Obama sanciona a Rusia por supuestos ciberataques para influir en las elecciones de EEUU

Barack Obama takes the Oath of Office as the 44th President of the United States as he is sworn in by U.S. Chief Justice John Roberts with his wife Michelle by his side during the inauguration ceremony in Washington

Barack Obama takes the Oath of Office as the 44th President of the United States as he is sworn in by U.S. Chief Justice John Roberts with his wife Michelle by his side during the inauguration ceremony in Washington / MB/TC

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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En los últimos días de su mandato, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se está demostrando como cualquier cosa menos un pato cojo. Este jueves, Obama ha anunciado la imposición de sanciones a Rusia por los ciberataques que atribuye a Moscú para interferir en las elecciones estadounidenses. El paquete de medidas, que incluye la orden de expulsión de 35 operativos rusos en EEUU y sanciones a entidades e individuos entre los que figuran las dos principales agencias gubernamentales de espionaje ruso, es de una severidad sin precedentes en términos de respuesta de Washington a ciberoperaciones de un estado-nación en su contra.

Todos los estadounidenses deberían estar alarmados por las acciones de Rusia”, ha declarado Obama en el comunicado en el que ha anunciado las sanciones. En ese texto también ha calificado las medidas de “respuesta necesaria y apropiada” tras “repetidas advertencias privadas y públicas” a Moscú.

De nada han servido los repetidos desmentidos del Kremlin de las acusaciones de que estaba detrás de los ataques informáticos al Comité Nacional Demócrata y a otras organizaciones políticas, ciberasaltos que facilitaron luego la divulgación de correos electrónicos que fueron uno de los elementos informativos en la campaña electoral estadounidnse y resultaron dañiños para la candidata demócrata, Hillary Clinton. Desde el primer momento firmas privadas de seguridad y la comunidad de espionaje estadounidense señalaron a Moscú como responsable. Y este jueves Obama se ha mostrado convencido de que “el robo de datos y las actividades de divulgación solo pueden haber sido dirigidas desde las más altas instancias del gobierno ruso”.

SIN PRECEDENTES

Aunque en 2015 EEUU ya impuso sanciones a Corea del Norte tras responsabilizar al país de un ciberataque a Sony Pictures, motivado por el descontento de Pyongyang con una película cómica, aquellas fueron modestas comparadas con las que este jueves se han decretado contra Moscú. Y es que Obama sanciona a dos de las principales agencias de espionaje ruso, el Directorado Principal de Espionaje (GRU) y el Servicio Federal de Seguridad (FSB), así como a cuatro de los directivos del GRU y a tres empresas que le prestan servicios. Hay, además, otros dos individuos rusos castigados por el Departamento del Tesoro.

También, y argumentando el acoso al que policías y agentes de seguridad rusos han sometido a personal diplomático estadounidense en Rusia, EEUU ha declarado “persona non grata” a 35 operativos que trabajan en la embajada rusa en Washington y en el consulado en San Francisco, a los que se ha dado un plazo de 72 horas para abandonar el país. También se ha prohibido el acceso desde este viernes a dos instalaciones en Maryland y Nueva York que son propiedad del gobierno ruso.

RESPUESTA DE MOSCÚ Y TRUMP

Queda ahora por ver qué efecto concreto tienen las sanciones y cómo responde Moscú, un país al que EEUU y otras naciones ya han estado imponiendo sanciones desde 2014 como represalia por la anexión de Crimea y la intervención en Ucrania. La reacción inicial del Kremlin, según declaraciones de un portavoz de Vladimir Putin recogidas por AP, fue de “lamento” por las nuevas sanciones. Ese portavoz también anunció que Moscú estudiará “medidas en represalía”.

El mayor interrogante en EEUU, no obstante, es saber qué hará el presidente electo, Donald Trump, una vez que tome posesión de su cargo el 20 de enero. Trump, que en el pasado ha calificado las sanciones de 2014 como inútiles y se ha mostrado dispuesto a levantarlas, podría anular las anunciadas este jueves por Obama.

Trump ha puesto repetidas veces en duda que Rusia estuviera detrás de los supuestos ciberataques a los demócratas y de las dañiñas filtraciones de sus correos electrónicos. Pero el reto para él es que para anular las sanciones debería rebatir los descubrimientos de los servicios de espionaje estadounidense, abriendo un frente de guerra interna con su comunidad de inteligencia nada más llegar al Despacho Oval.

Esos descubrimientos van a salir a la luz en los próximos días y semanas, pues la Administración de Obama planea publicar dos informes sobre las ciberoperaciones rusas. Uno de ellos ha sido preparado conjuntamente por el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional. El otro, aunque más detallado, se espera que incluya más material que se mantendrá clasificado.

Ha sido precisamente el debate sobre cuánto sacar a la luz de la información recopilada sobre las ciberacciones rusas parte de lo que ha motivado un largo debate dentro de la Administración de Obama y ha retrasado las sanciones a Moscú. Partes del equipo del presidente y del Partido Demócrata querían que lo hiciera antes de las elecciones, según ha revelado The New York Times, pero el presidente se resistió por miedo a que Putin tomara represalias antes de la cita con las urnas el 8 de noviembre.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Cronolog\u00eda del ciberataque","text":"9 de diciembre de 2016\u00a0The Washington Post\u00a0y\u00a0The New York Times\u00a0informan de que la CIA cree que el ciberataque se realiz\u00f3 para ayudar a Donald Trump a ser elegido. El Comit\u00e9 Nacional Republicano tambi\u00e9n fue atacado pero no se divulg\u00f3 la informaci\u00f3n obtenida."}}