LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

EEUU alerta sobre la seguridad aérea

El Gobierno reclama reforzar los controles en los vuelos hacia el país norteamericano

Un soldado francés vigila en el aeropuerto de Toulouse, en mayo del 2013.

Un soldado francés vigila en el aeropuerto de Toulouse, en mayo del 2013. / RGA/don/ab

IDOYA NOAIN / Nueva York

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El temor a un atentado en vuelos con destino a Estados Unidos con explosivos mejorados que no pueden ser detectados en los aeropuertos ha puesto a Washington en alerta. El secretario de Seguridad Interior, Jen Johnson, emitió el miércoles un breve comunicado anunciando que ha ordenado a la Administración de Seguridad en el Transporte reforzar en los próximos días las medidas en varios aeropuertos extranjeros. No se ha especificado qué aeródromos se verán afectados pero más de 250 ofrecen esos vuelos directos. De momento, el Reino Unido  ha sido el único país que ha anunciado públicamente que refuerza la seguridad, pero sin alterar su nivel de alerta.

El comunicado de Johnson solo hablaba de «información reciente y relevante» que comparten ya «con aliados y la industria de aviación». El espionaje estadounidense no tiene información sobre un objetivo o una fecha de ataque específicos. Pero fuentes de ese espionaje han concretado que la preocupación está vinculada al Frente Al Nusra y radicales de otros grupos que luchan en Siria, así como a Al Qaeda en la península Arábiga, la rama del grupo terrorista en Yemen que ya intentó volar un avión con un artefacto oculto en unos calzoncillos y en cartuchos de tinta de impresora que iban en el equipaje.

Según esas fuentes, especialistas en explosivos de Al Qaeda en la Península Arábiga están colaborando  en el desarrollo de nuevos diseños «creativos» con combatientes extremistas en Siria. Entre estos últimos se cuentan miles de extranjeros que, con pasaportes de países occidentales, podrían tener más fácil embarcar en un avión.

Bombas 'invisibles'

Aunque no se dan detalles sobre las posibles bombas, desde enero se había aumentado ya la búsqueda de explosivos en tubos de pasta de dientes, cosméticos y zapatos. También en los últimos meses fuentes de inteligencia habían alertado del potencial uso de explosivos no metálicos que podrían implantarse quirúrgicamente en un cuerpo y que serían difíciles o imposibles de detectar en cacheos o detectores de metales. Desde enero, además, se han hecho sonar alarmas sobre el auge de «tecnologías y técnicas» que se estaban exportando a Siria y del peligro creciente de los combatientes extranjeros, que están «construyendo  nuevas relaciones» y siendo preparados para ataques en «campos de entrenamiento».

«Esta amenaza es distinta y más preocupante que tramas anteriores relacionadas con la aviación», le dijo una fuente del espionaje a ABC News ya el miércoles pasado. Dos días después el presidente de EEUU, Barack Obama, abordó el nuevo riesgo con su equipo de seguridad, que llevaba un mes preparando las nuevas medidas en los aeropuertos.

Johnson pidió el miércoles por la noche que la gente «no especule en exceso ni se exceda en su reacción». En su anuncio oficial, además, insistió en que se trabajará «para asegurar que estos pasos necesarios representan las menores alteraciones posibles para los viajeros».

Lo mismo han dicho las autoridades británicas, que ya han anunciado su colaboración completa con Washington. «La esperanza es que la mayoría de viajeros no se verán excesivamente afectados pero espero también que la gente entenderá que debemos trabajar juntos en todo el mundo para lidiar con la gente que pretende hacernos daño», dijo el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, que dejó la puerta abierta, además, a que los últimos cambios se hagan permanentes.