Ecuador se disculpa con los indígenas de Sarayaku por permitir la entrada de una petrolera en sus tierras

Día histórico para la tribu Sarayaku, de la Amazonia ecuatoriana, que ha recibido las disculpas de los ministros de Justicia, Medio Ambiente, Defensa y Recursos naturales y del procurador general de Ecuador por la entrada sin permiso en la zona de una petrolera argentina. El largo conflicto guerra que esta comunidad indígena ha librado contra el Estado ecuatoriano empezó hace 12 años, después de la irrupción en su territorio de la petrolera argentina Compañía General de Combustibles, que realizó detonaciones, talas, excavaciones y el entierro de casi una tonelada y media de explosivos que han contaminado el medio ambiente.

La empresa había obtenido la concesión para explotar ese bloque petrolero del Estado, sin haber previamente consultado a la comunidad indígena. Después de la instalación de la petrolera, los habitantes recurrieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que aceptó la demanda y en el 2012 condenó el Estado de Ecuador al pago de una indemnización de 1,3 millones de dólares, a la desactivación y limpieza de los explosivos. También obligó el Estado a la consulta de los sarayakus sobre cualquier otra actividad extractiva en el lugar.

La ministra de la Justicia, Ledy Zuniga, se ha disculpado ante toda la población, tras aceptar, por primera vez, la responsabilidad por parte del Estado ante un hecho que puso en riesgo a toda la comunidad. La ministra ha recordado que, cuando la petrolera se instaló en Sarayaku, no estaba el actual gobierno. "Ofrecemos las disculpas públicas correspondientes por la violación a la propiedad indígena, a la identidad cultural, al derecho a la consulta, por poner en grave riesgo la vida e integridad personal, por la violación a los derechos a las garantías judiciales", ha dicho la ministra.

Día histórico

“Para nuestro pueblo es un acto de trascendencia histórica, porque es la primera vez que el Estado va a pedir disculpas a un pueblo indígeno por haber puesto en grave peligro su vida”, ha comentado Félix Santi, presidente del pueblo de Kichwa de Sarayaku, a Amnistía Internacional. Los sarayakus esperan que las disculpas sean sinceras y la dirigente indígena, Narcisa Gualinga, ha aprovechado la ocasión para insistir sobre la defensa de su territorio, sobre todo por parte de los jóvenes habitantes, para que lo que ha ocurrido no vuelva a repetirse.