CONFERENCIAS POLÍTICAS EN BARCELONA

El 'doctor' socialista de la UB

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, desgrana su política al ser investido honoris causa

El rector de la UB coloca el birrete de doctor honoris causa al presidente Correa, este miércoles.

El rector de la UB coloca el birrete de doctor honoris causa al presidente Correa, este miércoles. / QG/ql

MONTSE MARTÍNEZ / Barcelona

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Con una taza de café a un lado y un vaso de agua a otro, sin un solo apunte, al más puro estilo de históricos mandatarios socialistas latinoamericanos, el presidente de EcuadorRafael Correa, desgranó ayer en Barcelona qué entiende por «socialismo del siglo XXI», aludiendo para ello y en varias ocasiones a la «larga y triste noche neoliberal».

Una hora y media larga duró su discurso de aceptación del doctorado honoris causa otorgado por la Universitat de Barcelona (UB), donde el presidente tuvo emocionadas palabras para los inmigrantes de su país a los que describió como «héroes» –«Ojalá se entienda que son exiliados de la pobreza», dijo en referencia a sus conciudadanos que levantaron a un país sumido en una profunda crisis a base de remesas–. A renglón seguido, agradeció la voluntad acogedora de Catalunya.

En una ceremonia solemne celebrada en el paraninfo de la Universitat de Barcelona, el presidente ecuatoriano, economista de formación, recibió de manos del decano, Dídac Ramírez, el birrete, el anillo y los guantes blancos –símbolos del doctor honoris causa– después de que sus padrinos expusieran sus méritos. «Su prioridad es crear empleo y reducir las desigualdades sociales potenciando la educación», destacó el catedrático de Teoría Económica Joan Tugores, uno de sus padrinos. «Ha hecho de la mejora del sistema educativo una prioridad política», abundó el segundo mentor, el catedrático de Ciencias Sociales Joaquim Prats.

Ataviado con el birrete naranja y la toga ribeteada del mismo color –característico del área económica–, el presidente de Ecuador, que encara su tercer mandato, insistió en que el desarrollo económico tiene que ir acompañado de la equidad social.

Correa parafraseó al libertador Simón Bolivar –«No nos dominarán por la fuerza sino por la ignorancia»– para insistir, una y otra vez, en la capacidad transformadora de la educación, que debe estar al alcance, también, de las clases más desfavorecidas.

Tras cargar contra las élites financieras, en detrimento, según su opinión, del poder de las mayorías, Correa lamentó la gestión política en la que mandan los mercados «por encima de los seres humanos».

Tras hacer un pormenorizado recorrido por todos los logros de su mandato, tanto en materia educativa como económica, el presidente ecuatoriano cuestionó la validez de las fórmulas de austeridad que imperan en Europa y cargó contra la política de deshaucios –que golpea con dureza a la comunidad ecuatoriana en España– y a las cláusulas abusivas impuestas por los bancos, como la cláusula de suelo para las hipotecas.