«Un diálogo político ya es un triunfo»

E.H.: Usted, señor Altafaj, dice que si esto va muy lejos, habrá presiones de la UE a España para que se siente a negociar.

A.A.: Ya hay un debate abierto, con las primeras aportaciones de la señora más poderosa del continente. Y, efectivamente, estos mensajes serán cada vez más explícitos.

I. G.: Pero no a favor de la independencia de Catalunya. Es que aquí vamos jugando con las palabras. Hablan de que se pacte alguna cosa para salir de este impás.

A.A.: Digo lo que usted ha dicho. Para que haya un diálogo político, por ejemplo. Solo eso, comparado con el histórico de los últimos 10 años, ya es un triunfo.

E. H.: Si se vota la independencia, ¿hay margen para algo que no sea la independencia?

A. A. En una negociación en Europa, y en esto el señor Guardans y yo tenemos cierta experiencia, las partes nunca consiguen al 100% su objetivo. Negociación es precisamente que haya diálogo político para llegar a compromisos. En Catalunya no pedimos otra cosa desde hace muchos años.

I. G.: Si usted me dice que fruto de todo este proceso, a partir del 27 de septiembre, entraremos en un callejón sin salida en el que la Unión Europea no se quedará neutral políticamente, estamos de acuerdo. Que obligará a sentarse y de aquí saldrá alguna modificación para apaciguar esta situación, esto también lo firmo. Habrá que ir a una reforma constitucional, que ya veremos qué dice, que modifique la situación de Catalunya en el Estado español. Pero esto no es la independencia.

E.H.: ¿El objetivo de la Generalitat es conseguir una negociación para un pacto para mantener a Catalunya en España?

A. A.: No, no. La Generalitat no está aquí como institución. El señor Guardans habla de una reforma constitucional. Señor Guardans, usted dice que hacemos un discurso alejado de la realidad. Pero ¿cuál es la realidad hoy, las posibilidades de materialización de una reforma constitucional española?

I. G.: ¿En relación a qué? ¿Comparado con qué?

A. A.: Comparado con lo que tenemos hoy. El reconocimiento de Catalunya como nación.

I. G.: Sería un estado español que sigue formando parte de la Unión Europea y que modifica su distribución territorial de poderes. Esto exige unas mayorías que son complicadas en este momento pero que son posibles, que forman parte del sistema democrático. Lo que no forma parte del sistema democrático es que 70 diputados decidan autoproclamarse estado. H