SESIÓN POLÉMICA EN LA EUROCÁMARA

Desprecio en Estrasburgo

Los ultras Le Pen y Farage caen en el insulto para desprestigiar a la Unión Europea

ANTONIO BAQUERO / ESTRASBURGO

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Si Angela Merkel François Hollande fueron la cara de una UE decidida a actuar unida, el británico Nigel Farage, del antieuropeísta UKIP, y la francesa Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional, fueron la cruz. Ambos se emplearon en ejercer de némesis, de antítesis, del presidente y la cancillera y para ello no dudaron en recurrir a las faltas de respeto. Incluso al rey Felipe VI, pues ambos políticos ultras no asistieron al almuerzo oficial que este miércoles el presidente del Parlamento Europeo ofreció al monarca español.

En cuanto a faltas de respeto, Le Pen es de gatillo fácil. Nada más empezar su discurso se dirigió a Hollande con un desprecio al dirigirse a él como «vicecanciller encargado de la provincia francesa de Francia». «Me gustaría dirigirme a usted como presidente, pero es que no ejerce», ahondó la líder del FN, que lamentó que Francia «esté a remolque de Alemania».

«GESTOS IRRESPONSABLES»

Para la cancillera, Le Pen también tenía su ración. Así, calificó su política con los refugiados de «gestos irresponsables». «Señora Merkel, sinceramente, no la reconozco», dijo la política ultraderechista francesa, en referencia a la imagen de madre protectora con los refugiados que se ha labrado la política conservadora alemana. «No me extrañaría que, a raíz de mis palabras en el Parlamento, se diga que soy la anti-Merkel. Es más, me encantaría serlo».

Le Pen, que pudo hablar ayer pues ha logrado grupo propio en la Eurocámara, arremetió contra una Unión Europea que ha convertido a Francia en «un vasallo de Alemania».

Por derroteros parecidos fue la alocución de Farage. Con sus maneras de polemista de bar, el líder antieuropeísta británico comenzó diciendo que «nadie que esté bien de la cabeza podía pensar que iba a salir nada bueno de sentar en una mesa a Alemania y a Francia para crear la UE».

Farage dejó claro que, además de antieuropeo, es antiinmigrantes. «Su desastrosa política de asilo ha creado esta situación. El 80% de esas personas que están viniendo no son refugiados, si no inmigrantes económicos que, además, cuando están en Europa, no se comportan de forma educada».

PANCARTAS ANTIEUROPEAS

Antes y después de su alocución, los otros parlamentarios del UKIP alzaron pancartas reclamando el referéndum sobre la pertenencia de Gran Bretaña a la UE.

En el turno de réplica, Hollande estuvo bastante más elegante. Así, el presidente francés le dijo a la líder del FN que «posiblemente su solición sería salir fuera de la UE, de los tratados y posiblemente también de la democracia».

Quien fue más contundente en el rechazo a esos discursos antieuropeístas fue el presidente del Parlamento Europeo, el socialista alemán Martin Schulz. Así, al ver que los eurodiputados del UKIP ponían el pie en sus asientos para mostrar sus pancartas, Schulz les espetó: «Ya os podéis sentar. O mejor, os podéis ir».

Tras acabar el debate, el presidente de la Eurocámara quiso lanzar un mensaje: «No consentiremos que aquellos que están en contra de Europa utilicen las instituciones europeas para dinamitarla desde dentro. Lo que ha ocurrido hoy les da una verdadera lección de democracia». Todo parecía ya finiquitado cuando, como broche final, una diputada italiana que está en la lista de Syriza le colocó a Merkel en la mesa una pancarta con el emblema de Volkswagen.