Desgarradoras voces de socorro desde Alepo

Civiles sirios dejan constancia de su desesperación y angustia ante las atrocidades cometidas por el régimen de Asad tras recuperar la ciudad

MONTSE MARTÍNEZ / BARCELONA

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Peticiones de auxilio desesperadas y constatación de angustia y miedo. Los mensajes de civiles atrapados en Alepo en las distintas redes sociales dan cuenta de la situación límite en la que se encuentran. Desde el corazón de la ciudad, rodeados de edificios en ruinas y acompañados por el atronador sonido de las bombas, denuncian la persecución y las ejecuciones cometidas por el régimen de Basah el Asad tras reconquistar la ciudad considerada bastión rebelde. La evacuación de los civiles, cocinada in extremis por Rusia y Turquía, ha quedado en papel mojado mientras miles de personas marchan con lo puesto en largas columnas humanas.

El testimonio del profesor Abdulkafi Alhamado ha dado la vuelta  al mundo. "Se avecinan los últimos días", asegura mientras pide ayuda para su hija y otros niños de la ciudad. Sus críticas a las instituciones internacionales son demoledoras: "No creáis nunca más en Naciones Unidas, ni en la comunidad internacional. No penséis que ellos no están satisfechos con lo que está pasando. Están satisfechos de que estemos siendo asesinados".

"Rusia no quiere que salgamos vivos, nos quieren muertos, lo mismo que Asad", dice el profesor para añadir: "Ayer hubo importantes celebraciones en la otra parte de Alepo -en referencia a la zona controlada por el régimen-. Estaban de celebración sobre nuestros cadáveres. Termina su mensaje con un apunte sobrecogedor: "Espero que podáis recordanos, éramos gente libre que quería la libertad, no queremos otra cosa excepto libertad". Y acaba dando las gracias.

La joven Lina Sahmy expone cómo los civiles de Alepo están siendo víctimas de un genocidio. "A quien pueda oírme", arranca para continuar: "Quizá este sea mi último vídeo, más de 50.000 civiles están amenazados con morir ejecutados o por el impacto de las bombas. De acuerdo con los activistas, más de 180 personas han sido ejecutadas sobre el terreno reconquistado por el régimen, con armas de Asad y de las miliacias que le apoyan. Los civiles están atrapados en un área muy pequeña que no supera los dos kilómetros. Sin zona de seguridad ni vida. Cada bomba es una masacre", termina para añadir:"Salvad Alepo”. 

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"1534976"}}Bana Alabed, la niña de 7 años, internacionalmente conocida por sus tuits en medio de la guerra, también ha hecho oír su voz en las últimas horas. Asegura que no sabe si vivirá o morirá. Su cuenta de twitter, tal y como deja constancia, está supervisada por su madre. Hace tan solo dos días, la niña daba cuenta de que acababan de herir a su padre. "Estoy llorando", decía. Hace poco preguntaba dónde estaba la ayuda y por qué todavía no las habían evacuado.

LA VISIÓN DE UNA NIÑA DE 7 AÑOS

La madre de Bana, Fatemah, es una profesora de inglés que le ha enseñado el idioma y el manejo de las redes sociales para contar la experiencia de la guerra desde los ojos de un niño. No han faltado los que han puesto sobre la mesa la posibilidad de que madre e hija fueran personajes inventados para hacer propaganda pero diversas entrevistas dan cuenta de su verdadera existencia. "Por favor dejen de matarnos, necesito la paz para llegar a ser una maestra", dice Bana en un tuit más antiguo acompañado de una foto en la que lleva un cartel pidiendo a Asad y Putin que frenen el bombardeo. Bana quiere seguir los pasos de su madre y convertirse en una maestra de inglés.

Monther Etaki constata también los duros momentos de la población de Alepo, con mujeres niños entre los asesiados, temerosos de qué ocurrirá si la ciudad cae definitivamente."Se están llevando a cabo ejecuciones masivas", relata para añadir que los crímenes que se han cometido durante los años de guerra se han recrudecido en el último mes. "Somos víctimas de un genocidio", sentencia.

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“Disparan en las calles principales y a cualquier cosa que se mueva. Así, quienes intentan rescatar a los heridos no consiguen llegar a las áreas atacadas, lo que provoca la muerte de muchas personas heridas o atrapadas que hubieran podido sobrevivir”, añade Monther Etaki.