CRISIS HUMANITARIA EN EUROPA

Caos en Lesbos tras la entrada en vigor del acuerdo UE-Turquía

Refugiados y migrantes desembarcan del ferri 'Eleftherios Venizelos' a su llegada al puerto de Elefsina, a 20 kilómetros al noroeste de Atenas, procedentes de Lesbos, este lunes.

Refugiados y migrantes desembarcan del ferri 'Eleftherios Venizelos' a su llegada al puerto de Elefsina, a 20 kilómetros al noroeste de Atenas, procedentes de Lesbos, este lunes. / periodico

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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La precipitada puesta en marcha del acuerdo migratorio entre la Unión Europea y Turquía Unión EuropeaTurquía se está manifestando en Grecia en forma de descoordinación. “Estoy intentado entender de qué va esto”, asegura a este diario por teléfono Zoi Leivaditou, mujer vital, médico con décadas de experiencia y miembro de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la isla griega de Lesbos. “Lo único que he logrado entender hoy [lunes] es que (el campamento de refugiados de) Moria será como una cárcel”, prosigue la doctora, con voz fatigada. “Y ya sabes lo que eso quiere decir: deportaciones... así son los derechos humanos en Europa”, apunta, sin rodeos.

Desde la oenegé española de socorristas Proactiva Open Arms (POA) afirman que el caos es patente en el puerto de Mitilene, la capital de Lesbos, donde se continúa desalojando por mar hacia la Grecia continental a los refugiados llegados a Grecia antes del 20 de marzo, marcado como momento de inicio de las devoluciones a Turquía en el acuerdo. En la Grecia continental se procesarán sus solicitudes de asilo. “Los llevan como al ganado”, denuncia Laura Lanuza, responsable de prensa de POA.

“Es brutal, hay una descoordinación... Está todo muy revuelto”, subraya Lanuza a EL PERIÓDICO. “Hay muchas familias que buscan reagruparse con sus parientes ya en Europa... Hay mucha gente mayor y llama la atención que la mayor parte son familias los que hay aquí en el puerto de Mitilene”, agrega.

ESTATUS DISTINTO

En virtud del acuerdo entre Bruselas Ankara, a los llegados desde el domingo en pateras procedentes de Turquía ya no se les adjudica el estatus de “refugiado” sino de “migrantes irregulares”. Además, la agencia estatal turca de noticias Anadolu ha informado de nuevas operaciones de los guardacostas del país euroasiático, que han interceptado varias lanchas frente a sus costas con cientos de personas de camino a Grecia.

En los meses anteriores, estas informaciones hacían solo referencia a los rescatados cuando se producían naufragios, mientras que ahora consideran “rescatados” a los pasajeros de las pateras interceptadas. Estos casos han aumentado en la última semana de manera llamativa, así como la eficiencia de las patrullas marítimas turcas.

Por su parte, fuentes de oenegés apuntaron que los trabajadores de ACNUR ya no visten sus chalecos identificativos y que han desprovisto de pegatinas a sus autobuses en Lesbos porque el resto de la comunidad humanitaria “les mira mal por su labor de cómplices del acuerdo”. 

PROCEDIMIENTO INADECUADO

“La situación es desafiante”, admite Stella Nanou, portavoz de ACNUR en Atenas. “El procedimiento de recepción (en el puerto capitalino de El Pireo) no está siendo el adecuado”. Nanou señala que la labor de la Agencia de la ONU para los Refugiados en la capital griega está consistiendo en informar a los refugiados y proveer asistencia legal. La labor de transporte desde El Pireo a los nuevos campamentos para procesar las solicitudes sería, según Nanou, responsabilidad del Ejecutivo de Atenas. 

En El Pireo había hacinados esta mañana más de 5.000 refugiados en las instalaciones habilitadas de forma improvisada y en las carpas repartidas por todo el recinto portuario. Del más de medio millar de recién llegados desde Lesbos y Quíos, solo la mitad pudo ser trasladada en autocares a centros de acogida. El resto tuvo que quedarse provisionalmente en el abarrotado puerto por falta de vehículos.

Más de 50.000 refugiados permanecen ahora mismo en Grecia sin poder continuar su viaje hacia el norte de Europa por el cierre de las fronteras balcánicas. Los datos de ACNUR muestran que 931 refugiados más llegaron este domingo al país heleno. Más de 1.600, según el órgano de coordinación de la política migratoria en Grecia (SOMP). El futuro de estos es ahora más incierto que nunca.