La policía griega desaloja la sede de la TV pública, ocupada por los trabajadores

El ente seguía emitiendo por internet pese al cierre fulminante decretado el pasado junio por el Gobierno

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La policía griega ha procedido esta madrugada a evacuar la sede de la televisión pública del país, la ERT, ocupada por trabajadores del ente desde el pasado junio, cuando el Gobierno decretó el cierre fulminante de la institución y el despido de toda su plantilla. Los trabajadores han resistido desde entonces emitiendo a través de internet una programación alternativa.

Agentes antidisturbios han entrado en los locales, situados en un barrio al norte de Atenas, hacia las 04.15 horas de este jueves mientras que otros agentes bloqueaban el acceso al recinto y controlaban a unas 200 personas que se habían concentrado en los alrededores para protestar contra el desalojo. Según algunos testigos, la policía ha utilizado gases lacrimógenos.

Ya dentro del edificio, el fiscal que ha acompañado a los agentes ha exigido a los trabajadores que salieran y ha procedido a realizar un inventario del mateial de la cadena.

En el exterior se encuentran varios diputados del principal partido de oposición, el izquierdista Syriza, que han reclamado entrar en el edificio y a los que se les ha impedido el acceso por la fuerza. Estos diputados han calificado esta actuación policial de antidemocrática y de una "nueva muestra de la política autoritaria" del Gobierno. Algunos medios locales han apuntado que se han producido al menos cuatro detenciones.

Llamada a la población

Los trabajadores de ERT han pedido a la población que acuda hasta la sede para "manifestar su solidaridad" con los antiguos empleados de ERT.

El pasado 11 de junio, el Gobierno ordenó el cierre inmediato de la televisión pública con el argumento de que las estructuras existentes eran demasiado anquilosadas y la maraña de corrupción demasiado extendida como para emprender una reestructuración. El Gobierno del conservador Andonis Samarás consideró inasumibles los 300 millones de euros anuales que costaba el ente público y al mismo tiempo anunció la creación de una nueva cadena pública, NERIT, con un equipo mucho más reducido, que no empezará a emitir hasta el 2014.

Los tribunales calificaron de ilegal la desconexión de la señal y conminaron al Gobierno a restablecerla; sin embargo, pasaron todavía dos meses hasta que se recuperaron las emisiones informativas, a través de una cadena transitoria, denominada Dimosia Tileorasi (Televisión pública) (DT). Durante todo este tiempo, parte de los trabajadores despedidos han mantenido ocupada la sede y han seguido transmitiendo, primero con ayuda de la Unión Europea de Radiotelevisión (EBU, en sus siglas en inglés) y luego a través de internet.