El desafío de Corea del Norte

Pyongyang responde con una prueba de misil a la reforzada alianza de China, Japón y Corea del Sur con EEUU

El presidente Obama (derecha) con sus homólogos chino y francés, Xi Jinping (centro) y Hollande, respectivamente.

El presidente Obama (derecha) con sus homólogos chino y francés, Xi Jinping (centro) y Hollande, respectivamente. / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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En Washington, los dos últimos días la vista no solo ha estado puesta en la persistente amenaza del terrorismo nuclear. Ahora que el pacto para el desmantelamiento del programa nuclear militar de Irán sigue avanzando, Corea del Norte sigue quedando como máximo exponente de los peligros nucleares tradicionales. Y el jueves y el viernes, a 11.0000 kilómetros de distancia, se escenificaron los retos aún pendientes.

En la capital estadounidense, horas antes de que empezara la cumbre el jueves, Barack Obama mantuvo primero una reunión trilateral con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, tras la que lanzaron la advertencia a Kim Jong-un de que sancionesy aislamiento se intensificarán si sigue con sus pruebas nucleares y de misiles balísticos, como las que realizó en enero y febrero.

Poco después llegó un encuentro cara a cara del mandatario estadounidense con Xi Jinping, el presidente de China, y el mensaje de los dos rivales estratégicos fue similar. Incluía la promesa de “reforzar la coordinación” y un “compromiso para lograr la desnuclearización de la península coreana y la implementación plena” de la última resolución de la ONU que en marzo impuso una cuarta ronda de castigos. Son los más duros hasta la fecha tras los de 2006, 2009 y 2013 y su efectividad depende, en buena parte, del rigor de Pekín en su aplicación.

DESAFÍO

Si desde Washington el mensaje era firme, desde Pyonyang llegaba una respuesta no menos cargada de desafío: una prueba de un misil de corto alcance que cayó, según las fuerzas armadas de Corea del Sur, frente a su costa este. Y el embajador norcoreano ante la ONU en Ginebra, So Se Pyong, defendía en una entrevista con Reuters el derecho de su país a tomar “medidas” de “disuasión nuclear”, especialmente ante los ejercicios militares conjuntos que están realizando Washington y Seúl.

“A la cumbre, de hecho, la llamamos propaganda”, dijo So, que ante la pregunta de si sienten la presión de China y otras potencias respondió: “No nos importa si hacen algo. Vamos a seguir nuestro camino. No tenemos diálogo y conversaciones sobre eso”.