CRISIS EN ARGENTINA

El fiscal Nisman a su colaborador: "No te preocupes que no voy a usar el arma"

El colaborador del fiscal Nisman, Diego Lagomarsino, junto a su abogado, este miércoles en Buenos Aires.

El colaborador del fiscal Nisman, Diego Lagomarsino, junto a su abogado, este miércoles en Buenos Aires. / DF CDA

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El colaborador que le entregó al fiscal Alberto Nisman el arma que acabó con su vida, Diego Lagomarsino, ha explicado que el fallecido le aseguró que no iba a usar la pistola y ha avanzado que pedirá la comparecencia judicial de la presidenta de ArgentinaCristina Fernández de Kircher, a la que Nisman acusaba de encubrir a Irán en el atentado contra la AMIA que acabó con 85 personas muertas en 1994.

"No te preocupes porque no la voy a usar", le dijo Nisman a Lagomarsino cuando le recibió en su domicilio el sábado 17 de enero para que le entregara el arma calibre 22 que un día después acabaría con su vida, según ha contado el colaborador a los medios de comunicación en su primera comparecencia pública desde la muerte del fiscal.

Lagomarsino, que trabajaba como técnico informático para la fiscalía de Nisman y que hasta ahora es el único imputado en el caso, ha estado acompañado por su abogado Maximiliano Rusconi, que ha anunciado que pedirán que se cite a declarar a "todo aquel que aparezca en los medios diciendo que tiene información". "Vamos a pedir que declare la presidenta, aunque puede acogerse a la declaración por escrito", ha añadido el abogado.

MIEDO POR SUS HIJAS

Según Lagomarsino, cuando el fiscal le llamó el sábado y le citó en su casa para pedirle que le llevara un arma, le encontró trabajando con documentación, que Lagomarsino supone estaba relacionada con la denuncia presentada tres días antes contra la presidenta por presunto encubrimiento terrorista. Pálido y visiblemente afectado, ha relatado que Nisman le dijo que quería el arma porque temía por sus hijas y que no confiaba ya "ni siquiera en la custodia" (servicio de seguridad).

"Se quiebra y dice '¿vos sabes lo que es que tus hijas no quieran estar con vos por miedo a que les pase algo?'", ha recordado Lagomarsino, que ha dicho que  no había comparecido antes en público porque la fiscal del caso, Vivana Fein, se lo había pedido.

Lagomarsino le advirtió que el arma era vieja y fallaba, pero Nisman le aseguró que era "para llevar en la guantera" de su coche por si venía algún "loquito" y le atacaba por "traidor", y le adelantó que pensaba comprar una nueva la semana siguiente. El informático volvió a su casa y recibió una nueva llamada del fiscal insistiéndole sobre el arma, que le llevó horas más tarde.

LLAMADA SIN RESPUESTA

"Le transmití cómo poner el dedo, cómo cargarla, cómo descargarla. Me dijo: 'igual, no te preocupes porque no la voy a usar'", ha declaró Lagomarsino, que ha apuntado que Nisman no quiso que le entregara la licencia del arma. Después dejó el domicilio del fiscal y no volvió a intentar ponerse en contacto con él hasta el domingo por la mañana, cuando le envió un mensaje por teléfono que nunca fue respondido.

También ha aclarado que en su primera visita, Nisman no tenía escolta pero que cuando regresó había protección e incluso uno de los escoltas le acompañó en el ascensor hasta el piso para recibir un sobre de manos del procurador cuyo contenido no llegó a ver.

Lagomarsino es, hasta el momento, el único imputado en la causa por la muerte de Nisman, cuyas circunstancias aún no se han aclarado, y, aunque todavía no ha sido llamado a prestar declaración indagatoria, podría hacer frente a una pena de entre 1 y 6 años por "facilitar el arma".