Trump y América Latina

Cuba, Venezuela y Bolivia, motivos para temer a Trump

El presidente de Veenzuela, Nicolás Maduro.

El presidente de Veenzuela, Nicolás Maduro. / periodico

A.G/ BUENOS AIRES

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Todo puede ser peor con Trump para los países donde la prédica antiestadounidense ha sido constante. En Cuba, Venezuela y Bolivia ya tomaron nota.

CUBA: Raúl Castro dijo que quiere profundizar los acuerdos alcanzados con la administración Obama. “Igualdad, reciprocidad y el respeto a la soberanía e independencia”, insistió. Si tuviera que guiarse por los gestos de su colega, ya tiene la respuesta. Trump dijo que “Cuba fue muy buena conmigo”, pero se refirió a la inmigración, que lo ayudó a ganar las elecciones. Luego recibió al senador republicano  Marco Rubio, un cubano norteamericano furibundamente anticastrista. “Tenemos ideas muy similares (sobre la isla)”. Trump ha sido muy crítico del giro político de su antecesor, que restableció relaciones diplomáticas y abrió la puerta a la integración comercial. La amenaza de que ese camino se revierta está latente.

VENEZUELA:  “Quiero una relación de respeto, pero parece que (a Trump) lo están empujando y van a caer en el mismo hoyo que cayeron el clan Bush y el clan Clinton-Obama”, dijo Nicolás Maduro. Caracas intuye la tormenta. De un lado, las sanciones aplicadas al vicepresidente Tareck El Aissami, quien fue agregado en la “lista negra” de narcotraficantes del Departamento del Tesoro. Por el otro, el apoyo a la oposición. Trump recibió en la Casa Blanca a Lilian Tintori, la esposa del dirigente encarcelado, Leopoldo López. “Sentí que la prioridad de su política exterior es Venezuela. Está con el pueblo  y los congresistas”, dijo.

BOLIVIA: “Esperamos trabajar contra el racismo, machismo y la antiinmigración”. Las palabras de Evo Morales disfrazan de un deseo de colaboración un pesimismo sin atenuantes. Bolivia avizora el horizonte de mayores problemas. En La Paz se ve aún más lejana la posibilidad de que ambos países normalicen sus relaciones diplomáticas. Bolivia y EEUU no tienen relaciones a nivel de embajadores desde septiembre de 2008, cuando Morales expulsó al representante estadounidense, Philip Goldberg. El Gobierno sospechó entonces que Goldberg estaba vinculado con las acciones opositoras que intentaron desestabilizarlo.