Cuba y EEUU advierten de que la reconciliación llevará tiempo

El Gobierno de Cuba considera «esencial» el levantamiento del embarco económico y financiero que sufre la isla desde hace más de medio siglo para normalizar las relaciones diplomáticas con EEUU, según ha afirmado este jueves Josefina Vidal, la directora general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba, antes de finalizar las históricas conversaciones bilaterales que han mantenido en La Habana delegaciones de ambos países. Tanto Vidal como la representante estadounidense, Roberta Jacobson, consideraron que hay todavía un largo camino por recorrer antes de la apertura de las embajadas. «Será un proceso largo», advirtió Vidal.

La diplomática cubana recordó, además, que el presidente de EEUU, Barack Obama, se ha comprometido a presionar al Congreso para que ponga fin al bloqueo, pero no lo va a tener fácil porque está dominado por los republicanos. Vidal también dijo que «nadie puede pretender que Cuba restablezca relaciones diplomáticas con EEUU» mientras Washington mantenga a la isla caribeña «de forma injusta» desde 1982 en la lista de países «que promueven el terrorismo». Jacobson, por su lado, afirmó que no es posible precisar cuándo se abrirán las sedes diplomáticas. «En sí, no es un proceso complejo», señaló, pero hay muchos temas a negociar, tanto técnicos como logísticos o políticos, en los que aún hay «profundas diferencias».

DERECHOS HUMANOS

Uno de ellos es, sin duda, el respeto de los derechos humanos en Cuba. La oposición sigue denunciando detenciones, amenazas y acoso. Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos durante el 2014 se llevaron a cabo 8.410 detenciones temporales, a un promedio de 764 al mes. Este tipo de arrestos duran apenas 24 horas. Mientras Jacobson aseguró que habían hablado sobre este tema durante las conversaciones celebradas por la mañana, Vidal lo negó, pero no descartó hacerlo en la reunión que tenían previsto llevar a cabo por la tarde. La alta representante del Departamento de Estado tiene previsto reunirse este viernes con la disidencia interna cubana, parte de ella contraria a la nueva política de Obama.

A pesar de la desaceleración del proceso, las conversaciones de esta semana en La Habana han creado una dinámica que será difícil detener, entre otras cosas porque tanto a Obama como el presidente cubano, Raúl Castro, les interesa acabar con más de medio siglo de hostilidades.

VECINO DEL NORTE

Una encuesta realizada el verano pasado por la Universidad Internacional de Florida indicaba que el 68% de los dos millones de cubano-americanos que residen en Miami eran partidarios de normalizar las relaciones, mientras que un 52% apoyaban el fin del embargo. Aquí en Cuba, la prensa del régimen, la única en los quioscos, ya no utiliza el término «imperialismo yanqui» y se refiere a EEUU como «nuestro vecino del norte», inédito hasta hace muy poco tiempo.