INSÓLITA INICIATIVA POLÍTICA EN ITALIA

El cronómetro de Renzi

El primer ministro italiano pone en marcha una web con una cuenta atrás virtual de mil días, plazo que se da para completar las reformas

El proyecto 8 Renzi, ayer, al presentar la nueva agenda económica.

El proyecto 8 Renzi, ayer, al presentar la nueva agenda económica.

ROSSEND DOMÈNECH
ROMA

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Mil días para darle la vuelta a Italia como un calcetín, a despecho de quienes «dicen que estamos enfermos de publicidad». El primer ministro Matteo Renzi, que empezó su andadura en febrero como un AVE, ha ido perdiendo velocidad hasta convertirse en un Talgo, algo más lento. Para dejar claro que no ha cejado en su intención de cambiar las cosas, ha creado una página web, www.passodopopasso.it (paso a paso), con una cuenta atrás de mil días, en la que los ciudadanos podrán verificar lo hecho, lo que se hace y cuánto queda. «Mil son los días que nos concedemos para hacer de Italia un país más simple, más ambicioso, más competitivo y, por lo tanto, más bello», se explica en el propio sitio web.

En mayo del 2017, es decir, cuando el cronómetro marque que han transcurrido mil días, Italia «debe quedar libre de las trabas burocráticas y de rentas de poder de los de siempre», dijo Renzi. Ardua tarea en un país en que un alto funcionario del Congreso cobra más que el presidente de EEUU y en el que ha costado que los magistrados del Supremo o del Constitucional acepten un tope salarial de 240.000 euros brutos anuales.

En esos mil días, Renzi debe completar la reforma laboral, la de la administración, la de la justicia  y del fisco; además de la reforma de la Constitución, de la ley electoral y de una reforma de la escuela.

El objetivo laboral más novedoso del Gobierno es un paquete de garantías para los trabajos precarios en general, que aumentarán a medida que un trabajador siga en el mismo puesto.

Mil guarderías

En estos mil días se crearán guarderías, se facilitará aún más las baja por maternidad y paternidad manteniendo el mismo sueldo y se invertirán 10.000 millones de euros en obras públicas, paradas desde que fueron aprobadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi.

Más de 5.000 empresas con participación pública serán sujetas a un mayor control, por opacas o deficitarias, y se mantendrán los 80 euros netos de rebaja del IRPF, que ya se pagan desde mayo a quienes cobran hasta un máximo de 1.500 euros netos al mes. Los permisos sindicales serán reducidos drásticamente, para evitar, como sucede actualmente, que más de 1.500 personas sean, de hecho, empleados sindicalistas pagados por empresas.

La nueva generación de gobernantes italianos -entre los 30 y los 45 años- ha topado en estos meses con la iglesia, como diría Don Quijote, que en Italia son las corporaciones, los radicales y los intocables del sistema, que sostienen que «el país necesita reformas urgentes», pero que cuando llegan quieren se les apliquen a todos menos a ellos. «Hemos hecho mucho, pero no basta, tenemos hambre y no pararemos ante nadie», aseguró ayer Renzi.