Crímenes contra la humanidad

Las fuerzas israelís pueden haber cometido «crímenes contra la humanidad» en los ataques que lanzaron entre el 1 y el 4 de agosto del 2014 en Rafá, en el sur de Gaza, en que murieron al menos 135 civiles, según denunció ayer la ONG Amnistía Internacional (AI).

En el informe Viernes Negro: Matanza en Rafah durante el conflicto entre Israel y Gaza 2014, elaborado con el proyecto Forensic Architecture, se presentan «pruebas sólidas de que las fuerzas israelís cometieron crímenes de guerra en su bombardeo implacable y masivo de áreas residenciales». El 1 de agosto del 2014, el Ejército israelí implementó el protocolo Hannibal para evitar la captura del teniente Hadar Goldin. Según la norma, el Ejército puede responder al intento de captura de un soldado con un bombardeo intenso, a riesgo de matar a civiles y al soldado.

«Montones de vidas de civiles palestinos fueron sacrificadas», señaló AI. «La ferocidad de los ataques sugiere que en parte pudieron estar motivados por un deseo de castigar a la población de Rafá en venganza», afirmó AI.

El informe «está lleno de puntos débiles en su metodología y en los hechos (…) Una vez más AI ha demostrado su obsesión hacia Israel», apuntó el ministerio de Exteriores israelí.