Corbyn prepara el programa electoral más izquierdista desde los años ochenta

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por Viviana García

El líder laborista, Jeremy Corbyn, irá a las elecciones generales británicas del 8 de junio con el programa más izquierdista desde los pasados años ochenta, al proponer un amplio plan de nacionalizaciones y de subida de impuestos.

El borrador del programa laborista fue filtrado hoy a varios medios británicos, entre ellos los diarios "Daily Mirror" y "The Daily Telegraph", antes de su publicación la próxima semana en una ciudad del norte de Inglaterra aún por decidir.

Aunque las políticas de Corbyn son bien conocidas, la filtración muestra el alcance de las ideas del principal líder de la oposición británica, pues el programa busca revertir muchas de las políticas de los conservadores, como la privatización de los trenes dispuesta por Margaret Thatcher (en el poder entre 1979 y 1990).

Los ferrocarriles, cuyo sistema fue fragmentado y las líneas vendidas a distintas compañías, pasarían otra vez a manos del contribuyente británico a medida que vayan venciendo las franquicias privadas, mientras que se congelarían las tarifas de los trenes.

Entre las propuestas de Corbyn figuran el aumento de los derechos de los trabajadores, la supresión de los recortes a varios subsidios estatales dispuestos por los conservadores y aumentar los impuestos de sociedades hasta el 26 % en el año 2022, frente al 19 % actual.

También quiere subir los impuestos a los que ganen más de 94.400 euros anuales brutos y suprimir las matrículas universitarias.

Además, Corbyn está a favor de que el sector energético británico vuelva a manos estatales, así como el Royal Mail, por considerar que la privatización del correo ha sido un "error histórico".

Como parte de este programa de nacionalizaciones, Corbyn tiene intención, si gana las elecciones del 8 de junio, de que haya compañías de autobuses de propiedad estatal.

En cuanto al espinoso asunto de la fuerza de disuasión nuclear Trident, que ha provocado divisiones internas en la formación dada la abierta oposición de Corbyn, el manifiesto electoral se compromete a renovarla, si bien alerta sobre la cautela del jefe del Gobierno a la hora ordenar el uso de armas de destrucción masiva.

De acuerdo con las propuestas, un Gobierno laborista aportaría al año 7.600 millones de libras (8.968 millones de euros) adicionales al Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).

Para hacer frente a la crisis inmobiliaria, el Laborismo planea construir 100.000 viviendas de protección social al año, responsabilidad que estará a cargo de un nuevo ministerio, que llevará el nombre de Departamento de la Vivienda.

Además, la formación tiene intención de introducir un Ministerio del Trabajo, que apoyará un aumento de las afiliaciones sindicales por parte de la fuerza laboral británica, según el borrador.

El portavoz laborista de Economía, John McDonnell, declaró hoy a los medios británicos que el programa es un "documento fantástico y emocionante", además de "modernizador".

El texto, de 43 folios y que aún debe ser aprobado por la formación, ha sido criticado por un portavoz "tory" como una receta que colocaría al Reino Unido en el "camino de la ruina".

Un portavoz de Corbyn dijo hoy que la formación no comenta filtraciones y recalcó que anunciarán sus "políticas" en su manifiesto. "Es nuestro plan para transformar al Reino Unido en (un país) para todos, no para unos pocos", subrayó.

La filtración del borrador ha sido interpretada hoy por los medios como un intento de perjudicar el liderazgo de Corbyn, reflejo de las divisiones por las que atraviesa la formación, que están muy por detrás -de hasta 20 puntos- de los conservadores de Theresa May en las encuestas de opinión.

Matt Zarb-Cousin, exportavoz de Corbyn, a través de su cuenta de la red social Twitter, acusó hoy al personal de la sede central del Laborismo de estar detrás de esta filtración.

"He escuchado que todo el programa ha sido filtrado por la sede central del Laborismo. Ellos ayudan a continuar su tradición de perjudicar el liderazgo", escribió Zarb-Cousin.

La versión final del programa deberá ser aprobada por figuras destacadas de la formación, por el llamado "gabinete en la sombra" del partido, el comité nacional ejecutivo y los líderes laboristas en Escocia y Gales, así como por representantes sindicales, según indicó el propio partido.