El copiloto sufría un trastorno de ansiedad y desprendimiento de retina

Los médicos le administraron inyecciones del neuroléptico Olanzapina y le prescribieron Agomelatina para sus problemas de sueño

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La prensa francesa y alemana ofrecen nuevos datos sobre la salud del copiloto que estrelló el avión Airbus-320 el pasado martes con 150 personas a bordo.

Andreas Lubitz sufría un trastorno de ansiedad generalizada por el que le habían recetado un medicamento neuroléptico, ha informado este domingo el diario francés 'Le Parisien'.

Los médicos que le trataron, según relata el medio, le habían administrado inyecciones de Olanzapina y le habían recomendado que practicara mucho deporte para recuperar la confianza en sí mismo.

Lubitz, de 27 años, que estrelló de forma deliberada el aparato cuando este cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf, sufría también al parecer de problemas de sueño, para el que se le había prescrito Agomelatina.

DESPRENDIMIENTO DE RETINA

El diario alemán 'Bild' informa este domingo que Lubitz estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina que le hacía temer el fin de su carrera como piloto. A ello se suma, según el rotativo, que la pareja del copiloto estaba supuestamente embarazada.

La mujer, profesora de inglés y matemáticas en una escuela en el estado federado de Renania del Norte-Wesfalia, dijo hace unas semanas a sus alumnos, según el periódico, que estaba esperando un niño.

Según el semanario 'Der Spiegel', la pareja, que al parecer se conoció cuando Lubitz tenía 18 años y poco después comenzó a salir, tenía previsto incluso casarse.

La mujer, que conoció a Lubitz cuando los dos trabajaban en un restaurante de la cadena Burger King en la ciudad de Montabaur, se encontraba viajando al lugar de la tragedia, cuando se enteró de que su pareja era presuntamente el culpable de la catástrofe.

Además de sufrir un trastorno psicosomático, como parecen indicar los documentos médicos y los medicamentos hallados en el registro de su vivienda y la de sus padres, Lubitz padecía también problemas físicos, en concreto de visión, asegura el rotativo.

Según el 'Bild', el copiloto estaba en tratamiento por un desprendimiento de retina y temía por su vista, aunque se desconoce si el origen era orgánico o psicosomático.

GRAVE "TRASTORNO PSICOSOMÁTICO"

La fiscalía de Düsseldorf informó este viernes del hallazgo en su vivienda en esa ciudad y en la de sus padres, en la localidad de Montabaur, de documentos médicos "que apuntan a una enfermedad y su correspondiente tratamiento médico".

El diario alemán 'Die Welt' informó esta semana en su edición digital de que agentes de la policía hallaron en el registro del apartamento en Düsseldorf numerosos medicamentos para tratar un grave "trastorno psicosomático"

 Los agentes encontraron además en su vivienda de Düsseldorf recetas de psicofármacos para tratar trastornos bipolares, así como gran cantidad de somníferos.

El copiloto, según el estadounidense 'The New York Times', sufría también problemas de visión que podrían haber puesto en peligro su trabajo, en el que acumulaba una experiencia de 630 horas de vuelo.