La UE rechaza la Europa a la carta que quiere Cameron

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SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

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Los líderes de la Unión Europea están dispuestos a dar cierto margen a Londres para que diseñe el camino que quiere seguir para poner en marcha el ‘brexit’. Pero hay dos líneas rojas en las que no están dispuestos a ceder: conceder a Reino Unido un divorcio a la carta ni abrir negociaciones hasta que el nuevo gobierno no active el proceso de divorcio. La primera cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE tras el caos político desatado por el referéndum del pasado 23 de junio se saldaba este martes con muchos reproches y advertencias pero el reconocimiento de que no queda más remedio que esperar hasta el mes de septiembre.

“Si necesitan mas tiempo tenemos que esperar. No es la mejor solución pero es la única vía legal”, admitía con cierta comprensión el presidente de la UE, Donald Tusk, sobre la activación del artículo 50 del Tratado que regula el procedimiento de salida de la UE. “Los líderes entienden que es necesario algo de tiempo” pero “también esperan que el gobierno británico especifique sus intenciones lo antes posible”, añadía el polaco. “Inglaterra ha colapsado en el plano político, monetario, constitucional y económico. No es razonable reclamarles la activación el artículo 50”, añadía el holandés Mark Rutte.

Entre los más exigentes, de nuevo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aunque optaba por relajar algo la presión. “Será el próximo primer ministro británico quien decidirá sobre la activación pero queremos que esta carta sea enviada lo antes posible. Si alguno del campo de la permanencia se convierte en primer ministro esto tendrá que hacerse en dos semanas. Si es uno partidario de la salida debe venir un día después de su nombramiento”, zanjaba con humor. 

Los líderes europeos tampoco están dispuestos a conceder a los partidarios del 'brexit' el divorcio a la carta que piden, una separación donde puedan mantener determinados privilegios y ninguna obligación como Estado miembro. “No habrá picoteo para el Reino Unido”, advertía la canciller alemana, Angela Merkel. “Quien salga de esta familia no puede esperar mantener sus privilegios sin tener unas obligaciones”, añadía, informa Carles Planas. La misma línea defiende el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. "Un nuevo acuerdo comercial será menos favorable que como Estado miembro”, advertía. “No estamos en Facebook, donde el estado es complicado. O se está casado o no. No puede haber término medio”, añadía el luxemburgués, Xavier Bettel. El belga Charles Michel, iba más lejos. “No acepto que Europa sea rehén de la crisis política en Gran Bretaña, que paguemos la factura por las decisiones adoptadas en Gran Bretaña” y “no tengo intención de aceptar que se nos someta a un chantaje indefinido, que Reino Unido juegue durante meses y meses con el resto de Europa”, añadía sobre un lío generado, según su colega lituana, Dalia Gribauskaite, por las ambiciones políticas de Cameron.

Una de las principales reivindicaciones de los partidarios del ‘brexit’ es limitar la libre circulación de trabajadores. Cameron reconocía que tendrán difícil sacar adelante esta reivindicación y mantener pleno acceso al mercado comunitario. “Es difícil porque la UE ve el mercado único como un mercado único de bienes, servicios, capitales y personas y esas cosas van juntas. Aquí si quieres los beneficios completos del mercado único entonces tienes que implicarte en todas”.

El británico mostraba su compromiso a seguir trabajando para lograr una relación lo más estrecha posible. “Aunque dejemos la Unión Europea no debemos dar la espalda a la UE porque estos países son nuestros vecinos, amigos, aliados y socios”, aseguraba rebajando la gravedad de una crisis política que amenaza, según las cifras presentadas por el presidente del BCE, Mario Draghi, con llevarse hasta el 0,5% del PIB europeo durante los próximos tres años. Lo que no parece posible a estas alturas es dar marcha atrás. “No veo forma de revertir esto”, admitía Merkel. “Hay que ser realista, no es momento de ilusiones”. Prueba de que nadie de momento se plantea otro escenario que no sea la salida es que la reunión de los líderes europeos continuará este miércoles a 27, ya sin Cameron en la mesa.