JUICIO EN BRISTOL

Condenados en Gran Bretaña los integrantes de una banda de "monstruos" que abusaba sexualmente de bebés

Los juzgados son siete británicos que grababan y difundían las agresiones y violaciones

Pederastas Reino Unido

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BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Siete británicos han sometido a las peores aberraciones sexuales imaginables a niños de corta edad, incluida la violación de un bebé. Los hombres, con edades comprendidas entre los 30 y los 51 años, filmaban los ataques y distribuían después las imágenes en internet. Sus “tentáculos se extendían por todo el mundo”, según la descripción del grupo durante el juicio que ha tenido lugar en la ciudad inglesa de Bristol.

La banda preparaba sus horrendos ataques meticulosamente, con una “increíble planificación”, de acuerdo con la policía. Elegían a las familias de las pequeñas victimas y entablaban relación con ellas. En un caso llegaron a entrar en contacto con una pareja, antes incluso de que naciera su hijo, cuando la mujer se hallaba embarazada. 

Los siete miembros de la banda llevaban una vida de apariencia respetable, no se conocían entre sí y sólo estaban contacto para cometer los abusos, a través de las redes sociales y las videoconferencias. “No parecía monstruos, pero eran monstruos disfrazados. Raramente se ve un comportamiento criminal de abusos sexuales a niños en este grado. Es el peor tipo de delincuencia organizada”, ha señalado Graham Gardner de la Agencia Nacional del Crimen (NCA), que llevó a cabo la investigación.

EN LOS CINCO CONTINENTES

Las indagaciones, en las que han participado 17 fuerzas policiales en toda Gran Bretaña, así como Europol, Interpol y las autoridades de cinco continentes, comenzaron el pasado mes de septiembre cuando uno de los agresores contacto con la policía para admitir haber abusado de un niño. Tras la detención, cayó toda la red y 24 niños fueron puestos al cuidado de los servicios de protección de menores.

“Los hombres del grupo buscaban activamente familias para abusar de niños de corta edad y de bebés. Su depravación parece no tener límites”, indica Gardner. De acuerdo con el fiscal Greg McGill, “Es difícil encontrar las palabras para describir las actividades de estos hombres y el daño que han hecho. Las familias de esos niños también han sufrido horrendamente”.

La policía no tiene pruebas de que los agresores hayan obtenido dinero alguno por las imágenes. Todos ellos han sido considerados culpables por el tribunal que los ha juzgado y se hallan a la espera de conocer la sentencia, que sin duda implicará largos años de cárcel.