tras una inspección de Hacienda

El comisario europeo De Gucht, acusado de ocultar 1,2 millones al fisco de Bélgica

La Comisión Europea intenta minimizar la gravedad del caso calificándolo de mero "asunto privado"

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

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El comisario europeo deComercio,Karel de Gucht, está acusado por la inspección de Hacienda de Bélgica haber ocultado unas ganancias de 1,2 millones de euros en el 2005 para no pagar los impuestos correspondientes, según informan los distintos medios de comunicación belgas.De Gucht, que fue ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica entre el 2004 y el 2009 como miembro del partido liberal flamenco VLD, ya estuvo envuelto en el pasado otro grave escándalo financiero.

La inspección fiscal belga acusa a De Gucht y a su esposa de ocultar las plusvalías obtenidas por la venta de su participación en la aseguradora belga Vista a la británicaHill and Smith. El fisco belga también está investigando la procedencia de los fondos empleados por el matrimonio para comprar una lujosa residencia en la región italiana de Toscana.

DAÑO A LA INSTITUCIÓN

LaComisión Europea ha intentado minimizar la gravedad del asunto calificándolo de “asunto privado”, a pesar del daño a la imagen política de la institución que implica tener entre sus miembros a una persona que defrauda a Hacienda.

"No tenemos ningún comentario que hacer al respecto, es un asunto privado entre De Gucht y las autoridades fiscales belgas", ha afirmado el portavoz de la Comisión Europea durante la conferencia de prensa diaria de la institución al ser preguntado por el asunto. El Ejecutivo comunitario tampoco ha querido criticar las quejas de la Hacienda belga de queDe Gucht utiliza su posición como comisario europeo para bloquear la labor de la inspección.

ESCÁNDALO FORTIS

De Guchtya se vio envuelto al principio de la crisis financiera, en octubre del 2008, en otro escándalo, cuando el Consejo de Ministros belga en una reunión restringida en el que él fue uno de los pocos participantes acordó desmantelar el banco Fortis y dividirlo entre Bélgica y Holanda. Entre el momento que se tomó la decisión gubernamental y el momento en que se hizo pública, la esposa del ministro y su familia vendieron todas las acciones que tenían de Fortis evitando perder una fortuna como le ocurrió al resto de los accionistas belgas. La justicia belga dictaminó en el 2009 que no había pruebas materiales para acusarle de haber cometido el delito de transmitir esa información confidencial a su esposa, en una decisión judicial muy cuestionada y en la que se criticó al tribunal por plegarse ante el poder del ministro.