Un comisario de Bruselas se presentó borracho a una reunión de crisis tras los atentados

Un informe alerta de los problemas de alcoholismo en el seno de la policía belga

Miembros de las fuerzas de seguridad controlan el acceso al aeropuerto de Zaventem, ayer en Bruselas.

Miembros de las fuerzas de seguridad controlan el acceso al aeropuerto de Zaventem, ayer en Bruselas.

MONTSE MARTÍNEZ

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Tarde y borracho. Así se presentó un comisario de la zona policial Bruselas-Ixelles a una reunión de emergencia tras los atentados del pasado 22 de marzo en la capital comunitaria. El policía está siendo objeto de una investigación interna después de que un control de alcoholemia realizado por uno de sus propios compañeros arrojara un claro positivo. La información viene a poner la guinda al reguero de despropósitos que han rodeado las actuaciones de la policía belga en los últimos meses.

La alcaldesa de la comuna Bruselas-Ixellescomuna Bruselas-IxellesDominique Dufourny, convocó a todos los comisarios de la zona tras los ataques en el aeropuerto de Zaventem y la estación de Maelbeek. La reunión estaba orientada a establecer una estrategia de zonas sensibles a vigilar y el reparto de efectivos disponibles, entre otras medidas de urgencia en una ciudad en estado de alerta máxima tras los ataques.

El comisario beodo, cuya identidad responde a las iniciales R. D., debía dar cuenta de los enclaves que, en su opinión, necesitaban de un refuerzo de vigilancia. Ante las evidencias de su estado ebrio, consideraron oportuno someterle a un control de alcoholemia.

Inmediatamente, le fue retirada el arma y se le envió a su domicilio. Hasta ahora, hay pocas explicaciones oficiales con el argumento de respetar la investigación. "En cuanto sus superiores constataron el problema, se inició una investigación para elaborar un informe", ha informado el portavoz de la zona policial de Bruselas-Ixelles, Christian De Coninck, para añadir: "El mando ha planteado un correctivo que no se puede avanzar a riesgo de contaminar el procedimiento".

La sanción por el consumo de alcohol durante el servicio, cuando termine la investigación, puede ir, en función de diversos factores, desde una simple advertencia hasta la suspensión.

ALCOHOLISMO EN LA POLICÍA

Sin embargo, a juzgar por un informe interno sobre la policía de Ixelles elaborado por el servicio de prevención laboral (SIPPT), el incidente del día del atentado no es un hecho aislado. Datado en septiembre del 2015, el informe, de 73 páginas, refleja serios problemas de alcoholismo en el seno de la policía local.

"Policías beben de la mañana a la noche en detrimento de su trabajo y de sus colegas que quieren trabajar", reza el infome parcialmente hecho público por por el servicio de prevención laboral. "La dirección está al corriente del problema -añade el informe- pero lo oculta". 

"El problema del alcohol ha sido puesto encima de la mesa y, a partir de ahora, estaremos atentos", ha asegurado la La alcaldesa de la comuna Bruselas-Ixelles, Dominique Dufourny.