DISUELTO EL PARLAMENTO BRITÁNICO

Comienza en el Reino Unido la campaña para unas elecciones impredecibles

Conservadores y laboristas afrontan el reto del 7 de mayo partiendo de un empate virtual

Cameron sale del palacio de Buickingham tras reunirse con la reina, este lunes.

Cameron sale del palacio de Buickingham tras reunirse con la reina, este lunes.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El Parlamento británico ha quedado disuelto y la campaña electoral ha comenzado oficialmente este lunes en el Reino Unido. Dentro de cinco semanas y media, el 7 de mayo, los ciudadanos irán a las urnas para elegir un nuevo Gobierno. Hasta entonces los partidos deberán luchar por cada voto, ante lo impredecible de los resultados.

Los dos grandes partidos, conservadores y laboristas, van a la par en intención de voto, pero ninguno de los dos cuenta con mayoría absoluta. Los antieuropeistas del UKIP por la derecha y el Partido Nacional Escocés (SNP) por la izquierda, confían en arrebatar a ambos los votos que necesitarían para poder gobernar en solitario. Los partidos pequeños pueden jugar en esta ocasión un gran papel. Todo son pues especulaciones a priori sobre pactos, coaliciones, acuerdos puntuales o quizás un posible Gobierno en minoría tras la elección. Lo único cierto, es que nadie sabe lo que va a ocurrir.

De vuelta del palacio de Buckingham, tras una audiencia de cortesía con la reina, el primer ministro, David Cameron, ha defendido el balance económico de los cinco últimos años, el punto fuerte en el que se apoyará la campaña de los conservadores. "Dentro de 38 días debemos elegir entre dos extremos", ha declarado delante del 10 de Downing Street. Los votantes "pueden elegir entre una economía que crece o el caos económico de Ed Miliband", ha afirmado Cameron aludiendo al líder de los laboristas.

Cameron hizo aún más personal el ataque al aprovechar como blanco la imagen de falta de carisma y la debilidad que se achaca a Miliband. "El mundo es peligroso e incierto. Tenemos necesidad de un liderazgo sólido para preservar nuestra seguridad nacional y nuestra seguridad económica".

 El jefe de los laboristas entró en la batalla presentado su programa para el mundo de los negocios y acusando a los conservadores de poner "en peligro" el comercio británico, con su actitud antieuropea y la amenaza de que el país deje la Unión Europea. Miliband y los suyos utilizarán como argumentos mayores contra Cameron y los conservadores la crisis de la sanidad pública y el coste de la vida.

Pero las elecciones del 2015 serán mucho más que la designación de un nuevo primer ministro y un nuevo Gobierno. El referéndum de Escocia en septiembre no puso el punto final a la cuestión independentista. El desafío se traslada ahora al Parlamento de Londres, donde el SNP, con Alex Salmond a la cabeza, intentará convertirse en el árbitro de la política nacional. De momento el SNP tiene seis diputados en Westminster, pero los sondeos vaticinan que podrían obtener entre 20 y 50, a costa principalmente de los laboristas.