GUERRA EN LA PENÍNSULA ARÁBIGA

La coalición suní lanza una nueva ola de ataques sobre Yemen

Los rebeldes hutis llaman a la unidad nacional frente a la «agresión» extranjera

Un grupo de yemenís se llevan a unos heridos en la ciudad de Adén, ayer.

Un grupo de yemenís se llevan a unos heridos en la ciudad de Adén, ayer.

JAVIER TRIANA
ESTAMBUL

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Abdelmalek Al-Huti, caudillo de los rebeldes, preguntó a los reunidos: «¿Qué esperan que hagamos? ¿Que nos rindamos? ¿Que anunciemos nuestra derrota y actuemos como cobardes? Jamás. Así no es como el honorable pueblo yemení piensa. Contratacaremos. Todos los 24 millones de yemenís estaremos unidos frente a esta despreciable agresión». Al-Huti parece haber olvidado que ha sido la ofensiva de su grupo sobre sus compatriotas sureños y occidentales la que ha provocado la respuesta armada de los países árabes, en forma de dos días consecutivos de bombardeos contra sus posiciones.

Los objetivos de la coalición encabezada por Arabia Saudí (bastión del sunismo) fueron los alrededores de la capital, Saná, la ciudad portuaria de Aden, y el bastión de los rebeldes huti, la ciudad septentrional de Sada. Centros de reclutamiento, cuarteles y bases militares recibieron los impactos de las bombas lanzadas por la aviación aliada, en la que ya participa también Emiratos Árabes Unidos (EAU). Sin embargo, entre las bajas también se cuentan civiles.

RÁPIDA Y PUZANTE / Según los hutis, 18 personas solo en la primera jornada, el jueves, mientras que el grupo defensor de los derechos humanos Amnistía Internacional elevó a 25 esa cifra, entre los que incluyó a seis niños. El total acumulado tras dos días de ataques sería de al menos 39.

Por el momento, las operaciones contra los hutis (chiís de la rama zaydí del islam, apoyados por Irán) ha consistido en exclusiva en ataques aéreos, aunque buques de la flota egipcia navegan ya hacia la zona. «Si fuera necesario, estamos preparados para iniciar operaciones terrestres. Pero, de momento, no hace falta», aseguró en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa de Arabia Saudí, Amed Al-Asiri. No obstante, tres fuentes militares de Egipto distintas citadas por la agencia de noticias AP señalaron que El Cairo y Riad liderarían la campaña terrestre, una vez concluida la misión aérea.

La operación Tormenta Decisiva (compuesta por Arabia Saudí, EAU, Jordania, Sudán, Baréin, Catar, Kuwait, Sudán, Marruecos y Pakistán, y autorizada por EEUU) trata de derrotar a los rebeldes hutis, que el pasado septiembre empezaron a avanzar desde sus posiciones tradicionales en el norte hacia el sur, tomaron la capital, y desalojaron del Gobierno al presidente Abdurrabuh Mansur Hadi, ahora exiliado. El ministro de Exteriores de Yemen ha descrito los bombardeos como una acción «rápida y punzante» para debilitar a los hutis que terminará lo antes posible.

Aunque uno de los mayores riesgos de la intervención en Yemen es que, entre la confusión, los ya presentes Al Qaeda y Estado Islámico salgan más fortalecidos.