LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

Clinton y Sanders endurecen su duelo

Tensos cruces de acusaciones en el octavo debate demócrata, con el foco en la inmigración

Bernie Sanders y Hillary Clinton posan juntos antes del inicio del debate, este miércoles en Kendall (Florida).

Bernie Sanders y Hillary Clinton posan juntos antes del inicio del debate, este miércoles en Kendall (Florida). / HB

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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La sorprendente y trascendental victoria de Bernie Sanders Bernie Sanders el martes en las primarias de Michigan ha obligado a Hillary Clinton a meterse otra vez de lleno en la carrera por la nominación presidencial del Partido Demócrata, obligándole a volver a la lucha intestina antes de poder centrar su atención en el potencial duelo con Donald Trump a partir de las convenciones en julio. Este miércoles, en su octavo debate, celebrado en Florida y organizado parcialmente por el canal hispano Univisión, los dos candidatos se han enfrentado con dureza y han cruzado ataques más incisivos de lo que acostumbran.

La inmigración ha sido uno de los ejes del debate y aunque los dos aspirantes han coincidido de nuevo en defender una reforma de las leyes que permita regularizar y abrir un camino hacía la plena ciudadanía a los más de 11 millones de inmigrantes sin papeles que se calcula que hay en Estados Unidos, la renovada necesidad de Clinton de frenar a Sanders ha latido tras sus incisivos ataques. Ha denunciado con insistencia, por ejemplo, votos que el senador de Vermont realizó en contra de propuestas como el intento bipartidista de reforma migratoria liderado en su día por el fallecido senador Ted Kennedy y que contaba con apoyos republicanos y hasta del entonces presidente, George W. Bush (Sanders asegura que se opuso porque incluía normas que "equivalentes a esclavizar" a los trabajadores inmigrantes). Clinton ha llegado a decir también que el senador independiente llegó a apoyar a los Minutemen, unas milicias de vigilantes que hace unos años patrullaron la frontera en una "caza" humana de inmigrantes, declaración que ha sido demasiado para Sanders, que ha reprendido a la exsecretaria de Estado por una "afirmación horrible e injusta".

Clinton no ha sido la única en endurecer su estrategia y Sanders ha mostrado también una renovada contundencia. En el tema de inmigración ha recordado, por ejemplo, que cuando Clinton era senadora representando al estado de Nueva York frenó un intento del entonces gobernador, Eliot Spitzer, de dar carnés de conducir a inmigrantes sin papeles. También ha denunciado que cuando era secretaria de Estado y el país enfrentó la llegada masiva de menores centroamericanos que llegaban huyendo de la violencia de países como Honduras ella defendió que los niños fueran "devueltos", una afirmación que Clinton ha definido también como una interpretación "injusta" de su postura. 

FIN A LAS DEPORTACIONES DE NIÑOS

Presionados por los moderadores (especialmente Clinton por declaraciones antiguas que han sido recuperadas en vídeo), los dos candidatos han coincidido en comprometerse claramente a no realizar deportaciones de niños si llegan a la presidencia ni de inmigrantes sin historial criminal (aunque las palabras de Clinton en este último aspecto han sido menos tajantes). Esas promesas les alejan de la política que está aplicando el presidente Barack Obama, habitualmente denostado como "deportador en jefe" por haber expulsado un récord de 2,5 millones de personas, incluyendo menores.

El debate sobre los temas de inmigración es trascendental en un estado con el 20% de población hispana como Florida, que es uno de los cinco estados donde tanto demócratas como republicanos celebran importantes primarias el próximo martes (los otros son Ohio, Illinois, Carolina del Norte y Misuri). Y aunque la exprimera dama es clara favorita en las encuestas allí, con ventajas de más de 20 puntos según los sondeos y respaldo mayoritario entre los hispanos, Michigan es el recordatorio de que no puede dar nada por sentado. Aunque sigue con destacada ventaja en el número de delegados y superdelegados (1.221 frente a los 571 del senador de Vermont) aún está lejos de los 2.383 necesarios para asegurarse la nominación de su partido. Y tras la victoria de Michigan Sanders ha vuelto a demostrar su capacidad de inyectar energía a su campaña y fondos a sus arcas: en 24 horas tras las primarias del martes recaudó a través de pequeñas donaciones casi cinco millones de dólares.

Ese duelo reequilibrado explica el enconado encuentro, donde se ha hablado también de empleoreforma sanitaria lucha contra la deuda de estudiantes, temas en los que ha quedado clara la influencia de Sanders en mover hacia la izquierda el discurso de Clinton (algo que él mismo ha destacado sarcásticamente agradeciendo a su rival que "haya copiado una muy buena idea"). A Sanders han intentado ponerle contra las cuerdas por declaraciones antiguas que hizo defendiendo a Daniel Ortega y a Fidel Castro. Clinton ha tratado, además, de asociar a Sanders con los hermanos Koch, unos de los más influyentes donantes de causas conservadoras que han financiado un anuncio defendiendo la colaboración de Sanders con los republicanos. El senador de Vermont, por su parte, ha insistido en vincular a Clinton con los intereses especiales y con Wall Street, reclamando otra vez que haga públicos los discursos pagados con 225.000 dólares que ofreció a Goldman Sachs aunque sin llegar a contestar explicitamente a la pregunta de los moderadores de si cree que la exsecretaria de Estado dice cosas distintas en público y a puerta cerrada. 

EL RACISMO DE DONALD TRUMP

Ninguno de los dos ha querido tampoco contestar directamente la pregunta de si consideran a Donald Trump racista aunque Clinton ha calificado sus posturas de "antiamericanas" y Sanders ha denunciado que "apela al racismo, la xenofobia y el odio" y ha definido sus ideas de "vulgares y absurdas". Recordando además que el magnate inmobiliario fue uno de quienes alimentó el movimiento que cuestiona que Obama naciera en EEUU, el senador ha usado una imagen clara. "Mi padre nació en Polonia y nadie me ha pedido la partida de nacimiento. Quizá tiene que ver con el color de mi piel".

Uno de los moderadores, Jorge Ramos, ha preguntado también a Clinton por Bengasi (usando un vídeo en que la madre de uno de los estadounidenses fallecidos en el consulado le acusó de mentir) y por el uso del servidor privado de correo electrónico por el que está siendo investigada por el FBI. Le ha planteado si "abandonará si es imputada", un interrogante que ha exasperado a la exsecretaria de estado. "No va a suceder, no voy siquiera a contestar esa pregunta".