EN LAS SELVAS DE ECUADOR

Una cineasta británica que fue a hacer un documental al Amazonas se casa con el líder de una tribu

El gesto simbólico pretende dar a conocer los problemas medioambientales de los Huaroani

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sarah Begum dejó su trabajo en Londres a los 21 años para perseguir el sueño de su vida: estudiar a la tribu Huaroani de la selva tropical ecuatoriana, una comunidad de solamente 3000 miembros.

La joven todavía estudiaba cine en la universidad de Kingston, Surrey, cuando se dispuso a recaudar fondos para realizar su viaje al Parque nacional Yasuni, en Ecuador. Durante su estancia inicial conoció a algunos representantes de la tribu, que tiene su propia reserva cerca del parque en acuerdo con las autoridades ecuatorianas.

Tras varias aventuras e imprevistos (su compañero tuvo que ser rescatado por helicóptero tras infectársele un corte en el brazo) llegó al poblado de Bameno, donde los miembros de la tribu la recibieron “con los brazos abiertos” pese a que en el pasado ha habido relaciones tensas con los foráneos.

En la que fue la primera ocasión documentada de contacto con otras sociedades, en 1956, cinco misioneros estadounidenses intentaron convertir al cristianismo a los Huaroani y fueron asesinados. Pero las relaciones son mucho más cordiales en la actualidad, a pesar de que la barrera lingüística tuvo sus curiosas consecuencias (la tribu habla solamente el dialecto Huroani y algunas palabras de español).

RITUAL SIN ROPA

Durante lo que ella pensaba que era una ceremonia de iniciación, Sarah se sintió abrumada porque la animaban a quitarse la ropa para estar en igualdad con el resto de los asistentes. “Una de las mujeres me sacó la ropa interior, y me dejé llevar desde entonces”, cuenta la británica al <strong>Daily Mail.</strong> La líder más anciana cantaba mientras las mujeres hacían chicha, la bebida casera local.

Le hicieron una corona de plumas de Macao y realizaron el ritual. Lo que Sarah no esperaba es que aquella celebración se tratase en realidad de una ceremonia de "matrimonio" con el guerrero más valiente de la tribu, Ginkto, treinta años mayor que ella. En realidad, la unión tenía un carácter meramente simbólico y no se esperaba de ella que fuese consumada.

Cinco años después de su viaje, Begum ha plasmado sus experiencias en un documental llamado “Amazon Souls” (Almas del Amazonas), que se mostró en el Festival de Cannes el año pasado.

MATRIMONIO SIMBÓLICO

La británica cuenta que aún mantiene una cordial relación de amistad con los miembros de la tribu. De hecho, Sarah no es la primera mujer que ha “esposado” este reputado guerrero: dos años antes, Ginkto ya había realizado el mismo ritual con Karen Morris-Lanz, que además de compartir nacionalidad con Begum, también se había trasladado al poblado para realizar un documental.

Estas uniones simbólicas son actos de cordialidad y vinculo amistoso, pero tienen también la función de difundir el mensaje de alarma de la tribu frente a las crecientes agresiones de las compañías petroleras contra la biosfera que sustenta y es el hogar de comunidades enteras.

La zona habitada por los Huraoani sufre la amenaza constante de esta industria con intereses en los abundantes recursos de la zona, que es una de las reservas más ricas en petróleo de Latinoamérica. El líder tribal Cawetipe Yeti contó en un documental de la BBC en 2011 que esa zona no era turística, sino un área en estado de alerta roja, en el que no se puede ya cultivar en la orilla de los ríos por temor a la contaminación del agua.