China también exporta contaminación

El viento lleva hasta Japón la nube tóxica que ha roto en Pekin todos los récords de polución

ADRIÁN FONCILLAS / Pekín

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Mañana pequinesa de postal: las nieves nocturnas han desplegado una manta blanca en los tejados de los hutongs (barrios viejos de casas bajas) y los niños patinan sobre el lago Houhai y bajo el cielo azul. La turbia y grisácea nube que desaconsejaba el ejercicio en el exterior ha desaparecido. Los vientos se la han llevado¿ hasta Japón.

A miles de kilómetros al este de Pekín,los japoneses se enfrentan al problema con elnerviosismo de la primera vez. El acceso a la web que monitoriza la contaminación está colapsado y la población no deja de llamar para preguntar por elimpacto sobre la salud. Hace días que las televisiones alertaban de la dirección de los vientos y mostraban gráficos con diferentes colores según la gravedad del pronóstico. La nube ya ha tocado lugares costeros del sur y el oeste del país del Sol Naciente. Las autoridades han emitido una alarma para los niños y los adultos con problemas respiratorios. También han recomendado cerrar las ventanas y llevar máscaras. El diario 'Asahi Shimbun' habla de una madre que abandonó en 2011 la región de Kanto tras el incidente nuclear de Fukushima y ahora consulta atemorizada las lecturas de la contaminación y coloca una máscara a su hija cuando la deja en la guardería.

En la isla de Kyushu, la concentración de partículas PM2,5 (las más pequeñas, 30 veces más finas que un pelo humano, y susceptibles de entrar en el riego sanguíneo y en los pulmones) ha alcanzado los 50 microgramos por metro cúbico. Según Tokio, el límite para la salud son 35 microgramos. Otras tres ciudades en la prefectura de Hiroshima han superado los 40 microgramos.

Los valores más altos

Esa contaminación que asusta a los japoneses es para los pequineses un día en la sierra.La capital china ha sufrido durante la mitad de enero niveles superiores a 250 microgramos, se ha estabilizado varios días por encima de los 500 y ha superado algún momento los 700. Es unaestimación, porque la gráfica se detiene en el valor de 500. No se alcanzaban valores tan altos desde que se miden, hace más de medio siglo. Pero los japoneses no son chinos, y tampoco es la primera vez que Pekín exporta contaminación.

El Instituto Nacional de Medioambiente japonés señala que China contribuye desde 1990 a ensuciar el aire nacional. Muchos expertos japoneses señalaron a Pekín cuando, en el 2007, la contaminación se disparó en 27 regiones del oeste y causó irritaciones en los ojos y dolores en la garganta. La nube tóxica de este invierno ya había alcanzado zonas de Corea del Sur. Los lamentos son habituales en Hong Kong, adonde llega frecuentemente la polución de la vecina provincia manufacturera del Cantón. La excolonia tiene menos razones de queja: gran parte de esa contaminación llega de las mismas fábricas que deslocalizaron décadas atrás buscando los menores costes de la China continental.

La polución china no ayudará a mejorar las relaciones bilaterales, tradicionalmente tensas y actualmente arruinadas por la soberanía de las islas Senkoku (en japonés) o Diaoyu (en mandarín). Ayer se conoció el último incidente en las aguas entre barcos de ambos países. En Tokio se aprecia la intención de no avivar el fuego. Solo Yasushi Nakajima, del Ministerio de Medioambiente, acertó a decir que "no se puede negar que sufrimos el impacto de la polución china".