MAYOR CONTROL DE PEKÍN

China aprueba una controvertida ley que limita la actividad de las oenegés extranjeras

La nueva norma, criticada duramente por la Unión Europea y EEUU, permite a la policía interrogar "en cualquier momento" a los directores de las entidades y prohibir su trabajo

El presidente chino, Xi Jinping, señala a la audiencia tras un discurso en un foro asiático, en Pekín, este jueves.

El presidente chino, Xi Jinping, señala a la audiencia tras un discurso en un foro asiático, en Pekín, este jueves. / periodico

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El Parlamento chino ha adoptado este jueves una controvertida nueva ley que regula el trabajo de las oenegés extranjeras en el país, algo que, según han anunciado las organizaciones afectadas, amenaza su propia supervivencia y "acorrala" a la sociedad civil. La nueva legislación entrará en vigor el próximo 1 de enero. 

La nueva normativa, que ya en su estado de proyecto de ley fue criticada duramente por la Unión Europea y Estados Unidos, promueve un aumento del control de Pekín sobre las actividades de estas oenegés y otorga un mayor poder a la policía china, que deberá aprobar en cada caso el trabajo de estas organizaciones.

"EN CUALQUIER MOMENTO"

Entre otras cosas, la ley recién aprobada estipula que la policía puede interrogar al director o representante de una oenegé "en cualquier momento", y que las autoridades pueden ordenar que se pare cualquier actividad que consideren que puede poner en peligro la seguridad nacional.

Según se ha explicitado en una rueda de prensa, Pekín considera que una ley de este tipo era necesaria, dado el gran número de entidades extranjeras de este tipo en el país. En la actualidad, según ha precisado la comisión parlamentaria, hay cerca de 10.000 oenegés trabajando en todo el país.

Según la explicación oficial, el papel que se da a la policía en su relación con estas organizaciones responde, entre otros motivos, a su gran experiencia en la gestión de los asuntos relacionados con ciudadanos extranjeros. Algo con lo que las organizaciones no están del todo de acuerdo. Muchas de ellas consideran esta nueva ley parte de la campaña del presidente chino, Xi Jinping, "para suprimir a la sociedad civil" y alertan de sus graves consecuencias, a pesar de que con la ley actual ya se vieron obligadas a trabajar desde Hong Kong, una región autónoma con mayores libertades donde, por ejemplo, Human Rights Watch o Amnistía Internacional tienen su sede para China.

La aprobación de esta ley se suma a toda una serie de nuevas normas legales promovidas por Xi que han generado preocupación en Occidente, como la polémica ley de seguridad nacional que se aprobó el año pasado, y que abarca aspectos tan dispares como las finanzas, la política, el Ejército, la ciberseguridad o la religión.