ENTREVISTA A UN ACTIVISTA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Chen Guangcheng: «Los abortos forzados en China aún son habituales»

El célebre disidente chino niega que la política oficial del hijo único se haya flexibilizado

El abogado chino Chen Guangcheng, en la sede de la Fundación Casa del Tíbet, este martes en Barcelona.

El abogado chino Chen Guangcheng, en la sede de la Fundación Casa del Tíbet, este martes en Barcelona.

MARTÍ BENACH / BARCELONA

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Abogado autodidacta y ciego, Chen Guangcheng llegó a provocar una crisis diplomática al huir en abril del 2012 de su arresto domiciliario y refugiarse en la embajada de EEUU en Pekín. Estuvo en prisión por denunciar la práctica de abortos forzados a 7.000 mujeres chinas por violar la política del hijo único. Exiliado en EEUU, ha venido a Barcelona para participar en el Festival del Tíbet y de los Derechos Humanos, organizado por la Casa del Tíbet.

-Su escapada en el 2012 y su refugio en la legación de EEUU dio casi para una película. ¿Cómo lo logró?-Sucedió tras un año y medio de prepararlo mentalmente. Llegó un día, un instante, en que tuve una oportunidad única y la aproveché. Salté ocho muros y esquivé ocho controles de guardias. Un amigo me ayudó a llegar a Pekín. Tras varios días de negociaciones entre EEUU y China logré que me dejaran salir del país.

-¿Cómo recuerda los cuatro años de cárcel y el arresto domiciliario con le castigaron por sus denuncias?

-Fue muy duro. En realidad, estuve siete años recluido: 10 meses sin ningún pretexto, en fase negra, como le llaman; cuatro años de cárcel oficial y 20 meses en vigilancia domiciliaria. Decidí no rendirme. No tenía más remedio: o resistía o caía en una muerte segura. Gracias a Dios pude sobrevivir y vivo para contarlo.

-Allí le torturaron otros internos.-Fue el momento más cruel, doloroso e inhumano. Hubo decenas de criminales, asesinos convictos, que me torturaron libremente, con permiso o provocado por el Gobierno chino, para que no le culparan por si moría por golpes o palizas.

-Fuera de la embajada denunció su caso, pero sin ningún resultado.

-Denuncié repetidamente las injusticias sufridas en esos años. El Gobierno se comprometió con EEUU a investigarlas y castigarlas. Incluso firmaron un convenio. Y como ya sospechaba, lo incumplieron.

-¿Aún se practican esterilizaciones y abortos forzados en China?-Sí, sigue siendo muy habitual. Siguen habiendo casos casi cada día. Ayer mismo [lunes] leí el de una mujer que murió tras ser forzada a abortar. Sucedió en el 2008, y su marido  lo denunció ante la justicia. Todavía no ha obtenido respuesta.

-¿Es cierto que la política del hijo único se está flexibilizando?-No, es mentira, sigue totalmente en vigor, y aún sirve para controlar el aumento de la natalidad. La excepción introducida -dejar tener un segundo hijo si los padres son ambos hijos únicos- requiere un certificado oficial y expiden los mínimos. Esta posibilidad funciona como tapadera, beneficia a muy pocos.

-Algunos analistas sostienen que China ha logrado avances en materia de derechos humanos.-Al contrario, la situación de los derechos humanos está empeorando. Por razones políticas están encarcelados más de 5.000 activistas, aunque probablemente sean más. La vigilancia domiciliaria, antes solo en grandes urbes, se está extendiendo a condados y pueblos. Solo le digo una cifra: el presupuesto del Gobierno chino destinado a vigilar a la gente, a lo que llaman estabilidad social, ya supera el presupuesto militar, que es de 700.000 millones de dólares.

-¿Cree que Obama y Xi, presidentes de EEUU y China, hablan de esta cuestión, aunque sea en privado?

-Francamente, no lo sé. Antes de su último viaje a China, todas las oenegés de EEUU pidieron a Obama que intercediera por Gao Zhi Sheng, el abogado de la secta Falun Gong, que salió de la cárcel en agosto pasado tras ser torturado. Sin embargo, sigue en paradero desconocido. También sabemos que Guo Yushan, que fue quien me ayudó a escapar hasta Pekín, está bajo custodia sin ninguna explicación oficial desde hace más de dos meses.