Chavismo decide adelantar presidenciales y se tambalea diálogo con oposición

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El chavismo gobernante en Venezuela decidió adelantar las elecciones presidenciales para el primer cuatrimestre del año y desató una serie de reacciones en contra, principalmente de los actores políticos que participan en el diálogo que mantienen el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.

Estas negociaciones que arrancaron el 1 de diciembre en la República Dominicana y que han sido acompañadas por varios países incluyen en su agenda la necesidad de acordar una fecha para la elección presidencial que debe celebrarse este año, pero para la que el antichavismo ha exigido varias "garantías".

Sin que hasta ahora las partes hayan logrado un consenso en este aspecto, la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, conformada solo por oficialistas y no reconocida por la oposición, acordó este martes que tales comicios se celebren antes de mayo.

Apenas se produjo el anuncio, el jefe del Estado, Nicolás Maduro, puso a la orden del gobernante Partido Socialista Unido (PSUV) su nombre para la candidatura del oficialismo, pero luego indicó que esto se definirá mediante un congreso de todas las fuerzas chavistas que tendrá lugar el 4 de febrero.

Tras esto, Maduro dijo que está "deseoso" de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anuncie pronto la fecha de las votaciones para comenzar a recorrer el país durante la campaña política.

"Le pido al Poder Electoral que fije la fecha más cercana para salir de esto, ganar las elecciones y empezar a hacer una gran revolución necesaria del 2018. Vamos a salir de esto de una buena vez", indicó Maduro en un acto con simpatizantes en el centro de Caracas.

La actividad del chavismo fue convocada originalmente para conmemorar los 60 años de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, pero la manifestación se transformó en una muestra pública de apoyo al adelanto de las votaciones.

Sin embargo, el presidente del Parlamento venezolano, el opositor Omar Barboza, denunció que la Constituyente "no tiene legitimidad ni atribuciones" para regir un proceso electoral, aunque desde que se instaló en agosto pasado ha llamado a elecciones regionales, municipales y ahora se prevé que lo haga con las presidenciales.

Barboza dijo que el Gobierno anunció el adelanto de las presidenciales "vengándose" de las sanciones que impuso ayer la Unión Europea contra siete altos cargos de la llamada revolución bolivariana que incluyen congelación de activos y la prohibición de ingresar a territorio comunitario.

El diputado señaló además que esta decisión va "en contra de lo que se ha venido conversando en la mesa de diálogo", donde no había sido acordada la fecha de las presidenciales porque las partes difieren en el tiempo que pasaría desde la convocatoria hasta la celebración de los comicios.

En las conversaciones de Santo Domingo, una de las peticiones de la oposición es lograr cambios en el CNE, del que los opositores desconfían.

Aunque Maduro dijo hoy que su Gobierno asistirá a la reanudación del diálogo a finales de mes, la decisión de adelantar las votaciones provocó la renuncia del canciller mexicano, Luis Videgaray, que actuaba como garante del proceso junto a sus pares de Chile, San Vicente y las Granadinas, Nicaragua, Bolivia, y del país anfitrión.

Videgaray consideró que la fijación unilateral de la fecha golpea la "esencia" de las conversaciones.

"Es una decisión que lamentamos, pero el anuncio hecho en Caracas nos obliga", dijo el mexicano al término de una reunión que realizó en Chile un grupo de gobiernos para analizar la crisis venezolana.

Este foro, el grupo de Lima, está integrado por 14 naciones de América, algunas de las cuales habían respaldado las negociaciones de Santo Domingo.

El grupo rechazó hoy la decisión del oficialismo de adelantar las presidenciales porque imposibilita la celebración de comicios "transparentes y creíbles".

El sector de la oposición que participa en las conversaciones ha reiterado que la observación de todos los cancilleres es un requisito indispensable para mantenerse en la mesa, por lo que la continuidad del proceso no está asegurada.

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