Castro: "El presidente Obama es un hombre honesto"

Los líderes de Cuba y EEUU entierran décadas de rivalidad

TONI CANO / MÉXICO

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Fueron como el ying y el yang, en la primera reunión de todos los gobernantes del continente. Barack Obama y Raúl Castro se han despachado con grandes y contrapuestos discursos con vistas al futuro y a la Historia, para confirmarse como los protagonistas de una VII Cumbre de las Américas que ha culminado en la ciudad de Panamá marcada por el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba. «El presidente Obama es un hombre honesto», ha resaltado Castro. «No quiero que sigan batallas de antes de que naciera», ha recalcado el presidente estadounidense.

Igual que las palabras que intercambiaron en su esperado saludo quedaron opacadas por el ruido de las cámaras, su reunión tras bambalinas no ha necesitado de adjetivos porque ambos los han traducido en sus discursos. El presidente estadounidense ha confirmado en la reunión plenaria que el encuentro «marca el nuevo inicio de la relación entre los pueblos de EEUU y Cuba». Y tras asegurar a Castro «mayor acceso a comunicaciones, a internet, a la información», así como «más oportunidades y recursos», ha señalado: «He pedido al Congreso que siga trabajando para levantar el embargo» a la isla.

Más reformas

El mandatario cubano ha reconocido esa «valiente decisión de involucrarse en debate con su Congreso para ponerle fin al bloqueo», así como la decisión de sacar a Cuba de la lista de países terroristas - «en la que nunca debió estar», ha enfatizado-, y ha mostrado su «disposición al diálogo respetuoso dentro las profundas diferencias».  Al mismo tiempo, ha asegurado: «Proseguiremos en la tarea de perfeccionar el socialismo, avanzar en el desarrollo y consolidar los logros revolucionarios». Y ha prometido nuevos cambios en el congreso del Partido Comunista: «Ampliaremos más y todo lo que nos falta».

El presidente estadounidense ha señalado: «Tendremos diferencias significativas entre ambos países, nosotros haciendo énfasis en los valores universales, pero seguiremos avanzando y aprovechando el impulso y los intereses comunes». Obama ha asegurado que «los EEUU no serán prisioneros del pasado», sino que «miran hacia el futuro para promover la cooperación del hemisferio». Y ha corroborado que esta cumbre representa «un momento histórico».

Se ha discutido mucho de historia. Frente al memorial de agravios de los presidentes de izquierda, Obama ha comentado: «Me encantan las lecciones de Historia que recibo en la reunión. Podemos pasar tiempo hablando de agravios, es posible usar a EEUU como excusa de problemas de nivel nacional, pero eso no ayudará a analfabetos que no tienen ni que comer». El líder estadounidense ha dicho que «la guerra fría llegó a su fin hace mucho tiempo», pero también que «encarcelar a quienes violen derechos humanos es lo más justo» y que no confía en «un sistema encabezado por una sola persona».

Pero aún le esperaba el largo discurso de Castro, que, indignado y corrosivo ha recordado mil detalles históricos y hasta las manos cortadas del cadáver del Che. Conciliador, ha añadido: «Le pido disculpas porque el presidente Obama no tiene culpa de esto y es un hombre honesto de origen humilde».