El "cara a cara" entre los candidatos de Ecuador, pendiente de un hilo

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Jesús Sanchis Moscardó

Un "cara a cara" televisivo entre los dos candidatos a la Presidencia de Ecuador programado para este domingo está pendiente de un hilo ante las condiciones impuestas a última hora por los organizadores del evento, que afirman actuar en pro de la transparencia.

Los dos aspirantes a gobernar Ecuador entre 2017 y 2021, el oficialista Lenín Moreno, de Alianza País (AP, izquierda) y el opositor Guillermo Lasso (CREO, centroderecha) habían aceptado participar en el encuentro tras días de incertidumbre sobre si habría un choque de ideas entre ellos.

El encuentro ha sido uno de los temas destacados durante la actual campaña electoral para la segunda vuelta de los comicios, pues Lasso ha reiterado su deseo de debatir con Moreno, pero éste siempre se ha negado al "debate", al considerar que ese concepto implica una confrontación de la que no es partidario.

Finalmente se acordó la fórmula del "diálogo" y se anunció su celebración, que por el momento se mantiene para la noche del domingo, con la transmisión en directo por tres canales de televisión nacional.

Pero la expectación creció de forma súbita este viernes, cuando la Red de Maestros por la Revolución Educativa, que organiza la actividad electoral, impuso a los candidatos el requisito de declarar bajo juramento que no han intervenido en actos de corrupción para poder participar en el "diálogo".

También exigen a los aspirantes declarar ante notario que no se han beneficiado a título particular de decisiones que hayan tomado en el ejercicio de sus funciones referentes a "la salida de su patrimonio a paraísos fiscales", a la crisis financiera de 1999 y a los casos de supuesta corrupción relacionados con la estatal Petroecuador y con la brasileña Odebrecht.

Todos esos temas forman parte del intercambio de acusaciones que, en el contexto de la campaña electoral, se lanzan mutuamente oficialistas y opositores, los primeros relacionando a Lasso con los paraísos fiscales y la crisis de 1999, y la oposición al vincular al Gobierno con los casos de corrupción en la empresa pública petrolera y los supuestos sobornos pagados por Odebrecht.

La Red de Maestros anunció el viernes en un comunicado este requisito, cuando ya ambos candidatos habían aceptado participar en el evento, con el argumento de que los ciudadanos exigen "transparencia".

El encuentro queda, pues, en el aire, porque Lasso se niega rotundamente a aceptar las imposiciones y asegura que acudirá a la cita, pero que no firmará documento alguno.

Y, sin embargo, los organizadores aseguran que el requisito impuesto es "indispensable y no negociable", lo que traza una interrogante difícil de responder e impide saber si finalmente habrá intercambio dialéctico entre Moreno y Lasso.

El candidato opositor argumenta que no tienen nada que firmar, pues declara su patrimonio y paga sus impuestos.

Además, asegura que, aun sin suscribir la declaración que se le exige, asistirá a la cita y, en caso de que no le dejen intervenir, ello probará que el acto electoral no era sino "un mitin político de Alianza País al peor estilo fascista".

Moreno, en cambio, se aleja de la polémica al mostrarse dispuesto a suscribir el documento notarial. "No tengo nada que ocultar", aseguró este viernes.

De esa manera, es previsible que, si Lasso no firma la declaración, la Red de Maestros le acuse de incumplir las condiciones y que él les devuelva la acusación con el argumento de que le impusieron condiciones inaceptables.