EVALUACIÓN DE LOS COMISARIOS EUROPEOS

Cañete puede catear

El exministro español tiene un difícil examen en la Eurocámara por su exabrupto machista y sus recién vendidas acciones en petroleras

Miguel Arias Cañete.

Miguel Arias Cañete.

MONTSE MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Empieza la semana de exámenes a los que el Parlamento Europeo somete a los comisarios propuestos para componer la próxima Comisión Europea. Los máximos responsables, en definitiva, de elaborar la legislación europea en los próximos cinco años. Irremediablemente, estos días sale a colación en Bruselas la escena de la candidata búlgara a comisaria, Rumiana Jeleva, que en el año 2010, cuando se estaba constituyendo la Comisión ahora saliente, rompió a llorar -ya sea por inexperiencia o simplemente por honestidad-, incapaz de soportar la presión del interrogatorio de la comisión parlamentaria sobre los turbios negocios de su marido. Se fue antes de que la echaran.

Ya se sabe que, en el ideario machista, los hombres no lloran. Al menos en público. Así que el exministro de Agricultura español Miguel Arias Cañete, el comisario al que el presidente Jean-Claude Juncker ha adjudicado la cartera de Energía y Cambio Climático, deberá canalizar la presión de otra manera porque la audiencia que le espera es de todo menos fácil.

Son varias las fuentes comunitarias que aseguran que, de calle, será el más controvertido de entre todos los exámenes de los comisarios cuestionados por distintos motivos. Está por ver si el español puede superarlo.

Dos son las cuestiones que complican sobremanera la vida a Cañete y, por extensión, a Juncker. A día de hoy, todos los estados miembros de la UE están al tanto del exabrupto de Cañete cuando aseguró que hay que tener cuidado al mostrar la superioridad intelectual cuando se debate con una mujer a riesgo de parecer machista. «Estoy convencido de que el señor Cañete dejará claro que no es lo que la gente piensa», dijo el presidente de la comisión Jean-Claude Juncker en una invitación expresa a que aborde el tema. No es el único flanco. Ni siquiera, para muchos, el más problemático. En aras de evitar cualquier tipo de conflicto de intereses, Cañete acaba de vender -hace escasos 15 días- las participaciones en las empresas petroleras Ducar y Petrologis Canarias por un valor total de 437.000 euros. Con este gesto a última hora ha logrado el visto bueno de la Comisión de Asuntos Jurídicos pero no de sus contrincantes políticos. Especialmente, la izquierda europea.

Pacto no escrito

Está por ver la actitud de los socialistas que, cara al público, han calentado el ambiente contra Cañete pero se da por hecho un pacto no escrito de no agresión a riesgo de que los comisarios caigan como fichas de dominó.

De caer Cañete, los conservadores atacarían al comisario socialista francés Pierre Moscovici, propuesto para Asuntos Económicos por el incumplimiento sistemático de Francia de las exigencias de déficit. En el punto de mira están también el británico Jonathan

Hill, al frente de Servicios Financieros por sus vínculos con la City londinense; la eslovena Alenka Bratusek, vicepresidenta para la Unión Energética, a la que se acusa de haberse autonombrado comisaria cuando su partido acababa de ser derrotado en las elecciones, y el húngaro Tibor Navracsis, comisario designado de Educación, por su cercanía al autoritario primer ministro Viktor Orbán.