EL DESAFÍO YIHADISTA

Cameron se suma a la guerra en Irak y se lo piensa en Siria

Protestas minoritarias contra la intervención fuera del Parlamento.

Protestas minoritarias contra la intervención fuera del Parlamento.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Reino Unido vuelve por tercera vez a la guerra en Irak. El Parlamento británico ha aprobado este viernes por una abrumadora mayoría la participación en los ataques aéreos contra el Estado Islámico (EI) en territorio iraquí. La moción presentada por el primer ministro, David Cameron, ha contado con el apoyo todos los partidos y ha sido aprobada en la Cámara de los Comunes por 524 votos a favor frente a 43 en contra.

El primer ministro ha dejado abierta la posibilidad de una futura ampliación de las operaciones a Siria, al no haber, ha dicho, «ninguna barrera legal que lo impida». Los laboristas han sugerido que haría falta una resolución de la ONU para dar ese paso.

Tras la luz verde de los diputados, los primeros aviones de la Royal Air Force calentaron motores en la base militar de Akrotiri en Chipre. Solo seis cazas Tornado toman parte en los ataques, una tercera parte de los que intervinieron en la crisis de Libia. Un pequeño grupo de soldados británicos se disponía también a partir hacia Irak para dirigir la ofensiva aérea, cumplir misiones humanitarias y entrenar a las fuerzas iraquís y kurdas, según un portavoz gubernamental.

SESIÓN URGENTE

Las dos cámaras del Parlamento, que se hallaba suspendido durante cuatro semanas, han sido convocadas en sesión urgente y extraordinaria . Al abrir el debate de siete horas, Cameron ha defendido la intervención militar, que requerirá, ha advertido, «paciencia y perseverancia». La campaña bélica «no va a llevar meses, sino años», ha dicho, y ha pedido al país que esté «preparado para ese compromiso».

«Esta no es una amenaza en el otro lado del mundo. Si no la atajamos, tendremos un califato terrorista en la orilla del Mediterráneo y en la frontera de un estado miembro de la OTAN, con la declarada y probada determinación de atacar a nuestro país y nuestra gente», ha declarado.

Cameron ha descrito de manera muy gráfica el comportamiento y la amenaza que suponen los miembros del Estado Islámico, a los que ha aludido como «una panda de psicópatas». «Es una organización terrorista como ninguna otra a la que nos hayamos enfrentado antes. La brutalidad es inaudita: degollamientos, crucifixiones, extirpación de los ojos, el uso de la violación como arma, las matanzas de niños. Todo eso pertenece a la edad de las tinieblas». La viuda y la hija del cooperante británico secuestrado y asesinado por los yihadistas, David Haines, han respaldado los bombardeos.

LA LISTA DE FRACASOS

Algunos de los diputados contrarios a la intervención han alegado que los bombardeos solo empeorarán la situación en Irak. Otros han recordado recientes fiascos internacionales y han citado Irak, Afganistán Libia. Para la líder del Partido de los Verdes, Caroline Lucas, «matar a los extremistas no mata sus ideas». Un pequeño grupo de manifestantes se ha congregado a las puertas del Parlamento con pancartas de protesta.

La experiencia de la invasión de Irak en el 2003, decidida por el exprimer ministro Tony Blair utilizando falsas pruebas sobre los arsenales de Sadam Husein, provocó un trauma nacional y un gran debate sobre la legalidad de la intervención. Pero en esta ocasión las cosas son muy diferentes, según Cameron. «No estamos en el 2003 y no hemos de utilizar errores del pasado como una excusa para la indiferencia o la pasividad», ha afirmado.

El Gobierno británico se ha esforzado en garantizar la legalidad de esta nueva intervención, que pidió expresamente el Gobierno de Bagdad el pasado miércoles. El líder de la oposición, el laborista Ed Miliband, ha apoyado la moción, pero ha mostrado serias reticencias en ampliar los bombardeos a Siria, algo que el primer ministro solo ha descartado momentáneamente ante la falta de consenso. «Al no haber sido invitados por un Gobierno democrático, sería mejor obtener una resolución de la ONU», ha señalado Miliband.