UN REFERÉNDUM HISTÓRICO

Cameron promete más poderes a las cuatro naciones británicas

Cameron se dirige a los medios en un discurso en el 10 de Downing Street, en Londres, este viernes.

Cameron se dirige a los medios en un discurso en el 10 de Downing Street, en Londres, este viernes.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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La consulta independentista en Escocia ha abierto la vía a una reforma constitucional del sistema autonómico que afectará a todo país. David Cameron ha anunciado este viernes, inmediatamente después de conocer el resultado del referéndum, «un acuerdo equilibrado y justo para la población de Escocia y también para todos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte». El proyecto de descentralización, apenas esbozado, otorgaría mayores poderes a las cuatro naciones que constituyen el Reino Unido. «Al igual que Escocia va a votar separadamente en el Parlamento escocés sobre los asuntos de impuestos, gasto y bienestar social, así también Inglaterra, al igual que Gales e Irlanda del Norte, deben poder votar en sus asuntos, y todo eso debe ponerse de acuerdo con y al mismo ritmo que el acuerdo con Escocia», ha señalado.

Edimburgo, Cardiff y Belfast tienen sus propios órganos autónomos, inexistentes en el caso de Inglaterra, algo que ahora podría cambiar. «Desde hace mucho tiempo he creído que la parte crucial que falta en esta discusión nacional es Inglaterra. Hemos oído las voces de Escocia y ahora no se deben ignorar las voces de millones en Inglaterra», ha señalado Cameron. El primer ministro también ha prometido abordar la disputa eternamente aplazada de si los diputados escoceses en el Parlamento de Westminster podrán votar en asuntos estrictamente ingleses.

«Nos dirigimos hacia un modelo más federal del Reino Unido», fue la conclusión del profesor de la London School of Economics Tony Travers. Michael Chandlers, del foro de defensa nacional RUSI, considera que si bien «el referéndum no ha conseguido destruir la Unión, las repercusiones pueden desestabilizar incluso sus cimientos». Cameron ha encargado a un hombre de negocios escocés, Robert Smith, un Lord apreciado en las filas del Partido Nacional Escocés, para supervisar el proceso de devolución de poderes a Escocia. El exministro de Exteriores conservador William Hague se encargará de consultar con todos los partidos para elaborar los planes para Inglaterra, Gales y Escocia.

Ritmo acelerado

La profunda reforma anunciada deberá realizarse a ritmo acelerado. Los trabajos comenzarán inmediatamente y para octubre se publicarán las propuestas. En noviembre habrán concluido las consultas sobre nuevos poderes. En enero está prevista la publicación del borrador legislativo. La ley no será ratificada hasta después de las elecciones generales, previstas para mayo, por el nuevo Parlamento que se constituya tras los comicios.

El plan es ambicioso y difícil. En la coalición de los tres partidos principales que se formó para defender el no se ven las primeras fisuras. Cameron ha sido criticado por algunos de sus diputados al haber hecho promesas demasiado generosas a Escocia, cuando el  creció en los sondeos. El ministro principal para Gales, Carwyn Jones, ha advertido que no dejará que su autonomía sea «relegada a segundo plano».