EL FUTURO DE EUROPA

Cameron no logra convencer a los británicos para evitar el 'Brexit'

Cameron, con la primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, este viernes, en Varsovia.

Cameron, con la primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, este viernes, en Varsovia. / periodico

BEGOÑA ARCE

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Las concesiones obtenidas por el Reino Unido en la negociación con la Unión Europea (UE) no parecen haber impresionado a los británicos. Los titulares de la prensa más euroescéptica despreciando el acuerdo y tachándolo de “basura”, “aguado” e “insustancial” quizás estén calando en una opinión pública que no sabe a qué carta quedarse sobre el futuro en Europa. El primer sondeo realizado después del anuncio del preacuerdo indica un aumento de tres puntos de los partidarios del 'Brexit' (la salida de Gran Bretaña de la UE), que ya alcanzan el 45%.

Los que quieren marcharse van poco a poco ganando terreno, mientras retroceden los partidarios de permanecer en la UE. Estos últimos, en el sondeo de YouGov, realizado entre el 3 y el 4 de febrero para el diario 'The Times' pierden dos puntos en una semana y descienden al 36%. Los detalles de la negociación y la firme defensa que el primer ministro David Cameron hizo el miércoles en la Cámara de los Comunes tampoco han servido para convencer a un 19% de indecisos.

Los nueve puntos de ventaja de los que abogan por la salida de la UE supone una cifra récord y muestra la enorme tarea que tiene por delante el primer ministro para ganar la peligrosa batalla del referéndum. La mayoría de los británicos (56%) considera que lo logrado en la negociación no es suficiente. La mitad está convencida de que las medidas no representen un gran cambio, o cambio alguno. Un 46% califica el preacuerdo de “malo” para el Reino Unido y sólo el 22% lo ve como “bueno”, junto a un 32% que no sabe. Contrariamente a lo prometido por Cameron, los británicos no creen que la reducción de las ayudas sociales a los inmigrantes comunitarios vaya a mermar el número de los llegados de otros países de la UE. El 54% opina que el plan no implicará grandes diferencias en ese sentido, un 31% cree que lo reducirá, un 4% que lo aumentará y un 11% no sabe.

LA CUMBRE

Los detalles de la encuesta coincidieron con las visitas relámpago de Cameron a Polonia y Dinamarca, a la búsqueda de apoyos para cerrar un acuerdo. Su deseo es que el paquete de medidas quede aprobado por los líderes de los 28 países miembros en la cumbre que tendrá lugar en Bruselas el 18 y 19 de este mes. El Gobierno danés le dio un apoyo entusiasta. El de Polonia, en cambio, decisivo y difícil de lograr, está aún en el aire debido a la resistencia de Varsovia a ver reducidas las ayudas sociales al más de un millón de polacos que trabajan en el Reino Unido. De ahí que hubiera mucha cautela en la entrevista entre el primer ministro británico y el líder del partido gubernamental Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski. “Ha sido un buen encuentro” afirmó este último. “Polonia ha ganado realmente mucho, tiene completa seguridad en todos los terrenos para todos los polacos que están en Gran Bretaña en estos momentos. También los que tienen los hijos en Polonia seguirán recibiendo las ayudas, habrá que hacer ajustes, pero se conseguirá”, añadió.

La primera ministra polaca, Beata Szydo, ofreció un total respaldo a Cameron en otros puntos del preacuerdo, como la mejora de la competitividad, la eliminación de la burocracia y el reforzamiento de poderes de los parlamentos nacionales. Pero Szydo quiere seguir discutiendo el capítulo de los beneficios sociales y con ese propósito viajará el lunes a Budapest.

El grupo Visegrad, formado por Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Hungría, pretende alcanzar una posición común para responder a las reformas propuestas por los británicos, según indicó ayer el primer ministro Hungaro, Viktor Orban, quien a su vez se desplazará la próxima semana a Praga. Orban no cierra la puerta de Hungría a un compromiso, pero desea evitar toda “discriminación” y se pregunta, “si es posible hacer una distinción entre los ciudadanos británicos y los ciudadanos de otros países miembros”.

EL PARLAMENTO EUROPEO

La “discriminación” fue también evocada por Martin Schulz, el presidente del Parlamento Europeo durante una conferencia en la London School of Economics. Schulz advirtió que ciertas peticiones británicas pueden encontrar resistencia. “Dar de hecho un veto a un país miembro del Consejo Europeo sobre cuestiones que afectan a la zona euro es inaceptable para el Parlamento Europeo”, señaló. Y si algunas exigencias como la competitividad son bien recibidas, otras “crean el peligroso precedente de una Europa a la carta".

Cameron debe luchar en varios frentes a la vez si no quiere terminar pasando a la historia como el primer ministro que sacó al Reino Unido de la Unión Europea. Debe convencer a sus colegas europeos, imponer disciplina entre los euroescépticos conservadores en los Comunes y lo que empieza a parecer como más difícil: seducir a los electores para que no den un paso irremediable.