Cameron alerta que la secesión conllevaría «un divorcio doloroso»

En la recta final de la campaña, David Cameron y Alex Salmond apuraron ayer en Escocia sus argumentos en pro y en contra de la independencia. En Aberdeen el primer ministro hizo su última comparecencia. Una apasionada y también desesperada defensa de la unidad del país. «Os lo ruego, no rompáis esta familia», afirmó, consciente de que el sí puede triunfar. «El viernes la gente puede estar viviendo en un país diferente, ocupando un lugar diferente en el mundo y con un futuro diferente por delante. Es una decisión que puede romper nuestra familia de naciones y separar a Escocia del resto del Reino Unido».

Las consecuencias de la separación, insistió, serán enormes e irreversibles. «Hay que ser muy claro, no habrá vuelta atrás, no habrá repetición». La independencia, advirtió también , será «un divorcio doloroso». «No más pensiones del Reino Unido. No más pasaportes británicos. No más libra esterlina».

Sin contacto

Cameron deja así el destino de la nación y el suyo propio en manos de los escoceses, con los que ha evitado entrar en contacto directo durante la campaña. Todos sus actos en Escocia han sido a puerta cerrada y ante una audiencia bien seleccionada, lo que dice mucho de su popularidad.

A Salmond, en cambio, le van los baños de multitudes, que últimamente vive a diario. Ayer, sin embargo, su principal encuentro fue con un grupo de empresarios afines a los que citó en el aeropuerto de Edimburgo. Salmond presentó una vez más la independencia como una gran oportunidad para lograr «una sociedad más próspera». Una oportunidad «que solo se presenta una vez en la vida». El ministro principal calificó de «alarmista» la campaña del no y criticó a los que alertan sobre el coste financiero de la escisión.

En un ambiente cada vez más electrizante, el ministro británico para Escocia, Alistair Carmichael, acusó a los partidarios de sí de estar utilizando «tácticas intimidatorias» en favor de la independencia. La Union Nacional de Periodistas también se quejó del « incremento de la intimidación y el acoso a los periodistas», que cubren la campaña. Ayer también se hicieron públicas las donaciones a cada uno. Desde diciembre, No, gracias recibió 2,75 millones y Sí, Escocia, 1,8 millones.