ANUNCIO DEL PRIMER MINISTRO BRITÁNICO

Cameron declara la guerra a los abusos sexuales a menores

El dirigente anuncia penas de cárcel a quienes ignoren las agresiones

Cameron, a la izquierda, con algunos miembros de su Gobierno, ayer.

Cameron, a la izquierda, con algunos miembros de su Gobierno, ayer.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Hay niños en el Reino Unido que han sufrido abusos sexuales a «escala industrial», reconoció ayer el primer ministro David Cameron. Las autoridades que debieron velar por ellos, «han fallado una y otra vez». En el futuro profesores, trabajadores sociales y funcionarios que ignoren los abusos de los menores a su cargo pueden ser castigados con hasta cinco años de cárcel por negligencia, anunció Cameron. La policía debe considerar a partir de ahora la explotación sexual como una prioridad y afrontarla como «una amenaza nacional», similar a la delincuencia organizada.

Cameron hizo pública la propuesta el mismo día en que se dio a conocer un informe sobre los abusos sufridos por más de 370 niñas en el condado de Oxford, en los últimos 16 años. En manos de bandas organizadas, las chicas eran seducidas o secuestradas, drogadas, violadas y obligadas a prostituirse, entre golpes y amenazas.  La menor tenía 11 años.

El escándalo no es un caso aislado. En agosto se desvelaron agresiones sexuales similares sufridas por cerca de 1.400 menores en la localidad de Rotherhan, en el norte de Inglaterra. En ambos sucesos las víctimas eran chicas blancas, mientras que  la casi totalidad de los agresores eran británicos de origen paquistaní, lo que has suscitado un encendido y delicado debate.  Algunos asistentes sociales reconocieron que ignoraron  las denuncias para no ser tachados de racistas.

El primer ministro se reunió ayer con dos de las víctimas en Downing Street. «Chicas jóvenes han sufrido abusos, una y otra vez a escala industrial, han sido violadas, entregadas de un grupo de agresores a otro grupo de agresores y todo eso ha ocurrido mientras demasiadas organizaciones y demasiada gente no se daba por enterada», afirmó. Las denuncias de las menores sobre las agresiones  fueron «ignoradas». Incluso a veces, ellas mismas «fueron culpadas» de su situación y su estilo de vida. «Esa cultura de la negación de la que han sido víctimas debe ser erradicada», declaró Cameron. «Los profesionales que son incapaces de proteger a los niños, deberán asumir sus responsabilidades».