"Cada día es 3 de octubre"

Los cadáveres de 368 náufragos, muertos ahogados el 3 de octubre de 2013 en aguas de la isla italiana de Lampedusa, más cercana a Túnez que a Italia, esperan ser aún identificados para ser enviados a sus países de origen. Como en una especie de funeral de cuerpo presente, ayer fue organizado el aniversario en la pequeña  isla entre protestas de los habitantes y la esperanza de una nueva política europea. «Si queréis evitar más muertos, poned un trasbordador entre Libia e Italia», espetó un isleño.

«Cada día es 3 de octubre» o «hipócritas» fueron algunos de los gritos con que los vecinos de Lampedusa -isla de 6.000 habitantes- recibieron  a los políticos que participaron en el acto de recuerdo a los fallecidos.

Libia y Túnez

«Tenemos que abrir canales legales» de emigración, respondió de alguna manera Federica Mogherini, ministra de Asuntos Exteriores de Roma y próxima responsable de Exteriores de la UE, vislumbrado la instalación de centros del Alto Comisariado para Refugiados de la ONU (Acnur) en Libia y un posible traslado de los solicitantes de asilo -generalmente eritreos y etíopes-a Túnez hasta que se decida si se les admite en Italia. A Túnez viajó ayer el ministro de Interior, Angelino Alfano.

Pero para que eso sea posible sería necesario que Libia permitiera la llegada del Acnur y que, antes, firmase la Convención de Ginebra sobre refugiados, lo que no hizo Muamar Gadafi y que resulta más difícil ahora, en un país dividido y bajo control de las milicias armadas, sin tener en cuenta a las mafias internacionales que pueden llegar a sacar hasta un millón de euros por cada barcaza que llega a Italia.

Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, presente en la ceremonia, dijo que «Italia ha hecho mucho y Europa muy poco», reconociendo que Frontex Plus «no será suficiente», porque «hay que combatir las causas de las migraciones y para ello se necesita dinero y un mejor reparto de los inmigrantes» en Europa. Schulz fue increpado por varias personas, que le echaron en cara que «todo esto es una payasada» y en un momento determinado  fue interrumpido con gritos de «nazi» .

Laura Boldrini, presidenta del Congreso, también presente en la isla, propuso que el 3 de octubre sea dedicado a la memoria de los inmigrantes que han muerto en el Mediterráneo. Boldrini y los familiares de las víctimas arrojaron al mar una corona de flores en recuerdo de los fallecidos en Lampedusa.

El jueves, el papa Francisco recibió a varios supervivientes del naufragio, a los que en un alarde de sinceridad dijo: «Me cuesta hablar, porque no sé qué deciros, porque siento cosas que no se pueden decir, porque no se encuentran las palabras para expresar todo lo que habéis sufrido».