MANO DURA CONTRA LA DELINCUENCIA

Buenos Aires aplica medidas de emergencia para frenar la inseguridad ciudadana

El gobernador provincial, Daniel Scioli, despliega 5.000 nuevos policías y un millar de vehículos, y propone endurecer el régimen penal juvenil

Una mujer sujeta su paraguas durante un temporal de lluvia y viento en Buenos Aires, este lunes.

Una mujer sujeta su paraguas durante un temporal de lluvia y viento en Buenos Aires, este lunes. / periodico

ABEL GILBERT / Buenos Aires

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Las presidenciales están lejos en el calendario político argentino. Pero parte de los aspirantes a suceder a Cristina Fernández de Kirchner en diciembre del 2015 han decidido que la mejor manera de atraer a los votantes, temerosos de ser asaltados o recibir un disparo en la calle, es con un discurso de "mano dura" e implacable contra los ladronzuelos. "Que el delincuente tenga miedo, no la gente", dijo el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien el pasado sábado declaró el estado de "emergencia" en materia de seguridad en el principal distrito del país.

Scioli tomó la decisión después de una serie de linchamientos en el espacio público de carteristas y rateros por parte de turbas. Los episodios, que se reprodujeron hasta el hartazgo en las redes sociales, acaban de tener su traducción política. Scioli, un fiel seguidor de los Kirchner, pese a su explícita matriz conservadora, resolvió reincorporar a 5.000 policías bonaerenses, algunos de ellos sospechosos de actos dolosos, y anunció la provisión de 1.000 vehículos policiales y 30.000 chalecos antibalas. Además, propondrá reformar el régimen penal juvenil, que exime de la prisión a los menores de 16 años.

Lenguaje beligerante

De esta manera, el gobernador asumió como propio el lenguaje más beligerante contra la inseguridad ciudadana que distinguía, hasta hace pocos días, a Sergio Massa. El diputado del peronismo disidente formó parte de las huestes kirchneristas hasta octubre pasado, cuando decidió formar un polo propio de poder con serias aspiraciones presidenciales. "El que las hace las paga", llegó a decir cuando se sucedieron los linchamientos. Massa, un defensor de la instalación de cámaras de vigilancia en todo el espacio público, viajó a Nueva York para tomarse fotos con Rudolf Giuliani, el adalid de la "tolerancia cero" en Manhatan. Para el exalcalde de la localidad bonaerense de Tigre, los episodios que conmocionan a la Argentina son consecuencia de un Estado ausente.

Ahora que Scioli se mimetizó con su lenguaje no tuvo más remedio que aplaudir. El magnate Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires y también aspirante a la jefatura de Estado nacional en representación de otra franja de la derecha, también avaló el giro de Scioli pero, de cara al 2015, recordó que solo él, que ha creado una policía capitalina, protagonista de palizas implacables, puede lograr una revolución verdadera en materia de seguridad.

Linchamientos

"En el retroceso a la barbarie, ahora se busca no el imperio del Estado sino su desaparición: mancharnos de sangre las manos en el rito de la horda. Pero quien pretende sancionar por la vía violenta un hecho delictivo no clama al cielo (a falta de otra cosa) por justicia, está indagando en el otro el secreto de su transgresión y quiere convertirse él mismo, oscuramente, en un criminal", señaló el escritor Daniel Guebel, en su columna publicada en el diario 'Perfil', al comentar los linchamientos.

Las escenas inenarrables de vecinos golpeando a carteristas hasta dejarlos exánimes en medio de gritos de "maten a esos negros de mierda" tienen como trasfondo el debate sobre la reforma del Código Penal. Los adversarios del kirchnerismo aseguran que modera las penas contra los delincuentes. El Gobierno sostiene que la oposición, y los medios enfrentados con Fernández de Kirchner, no solo distorsionan el contenido sino que generan un estado de pánico en la sociedad. Ya en el 2004, el Parlamento endureció de manera notable las leyes después que fuera secuestrado y asesinado un joven en el distrito bonaerense. Desde entonces, hay 10.000 presos más en las cárceles bonaerenses, en su inmensa mayoría jóvenes y pobres, pero nada parece haber cambiado.

Asaltos por habitante

De acuerdo con el último Informe Regional de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Argentina tienen lugar 973 asaltos cada 100.000 habitantes. Solo Colombia tiene números peores en ese rubro. El documento, que tiene el título de 'Seguridad Ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina', consigna sin embargo que Argentina tiene, junto con Chile, una de las tasas de homicidios más bajas de la región (5,8 asesinatos cada 100.000 habitantes).

Buena parte del kirchnerismo se ha estremecido con el giro a la derecha de Scioli. El vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto ni siquiera se hizo presente en el acto en el que se anunciaron las medidas draconianas. "El problema de la seguridad no debe formar parte de una estrategia demagógica", advirtió anoche el jefe de Ministros, Jorge Capitanich. A su criterio, el debate en torno de la seguridad no puede ser utilizado solo "para favorecer a un candidato presidencial" porque es un "problema extremadamente complejo".