El terror paraliza Bruselas

Después de un fin de semana paralizada, Bruselas seguirá un día más en máxima alerta. El riesgo de ataque terrorista, similar al vivido en París hace poco más de una semana, sigue siendo “grave e inminente”, por lo que el Gobierno belga ha decidido este domingo prolongar las medidas extraordinarias de seguridad al menos un día más. El metro seguirá sin circular en la capital de Bélgica, los centros comerciales y deportivos cerrados, lo mismo que las 562 escuelas de primaria, secundaria y centros de enseñanza superior y universidades de la región de Bruselas. “Somos conscientes de que el cierre va a complicar la vida profesional” pero “situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales”, ha advertido el primer ministro, Charles Michel, tras la reunión del consejo de seguridad nacional. La UE, por su parte, ha anulado todas las reuniones no esenciales previstas para este lunes.

El fuerte despliegue militar en las calles se mantendrá por tanto un día más, reflejo de la recomendación del órgano de coordinación y análisis de la amenaza (OCAM) de mantener la alerta en el nivel 4 en la región de Bruselas -el más elevado y que no se alcanzaba desde finales del 2007- y el 3 para el resto del país. Y es que de momento, y a tenor de las declaraciones del Ejecutivo belga, nada ha cambiado. “Nos enfrentamos a un ataque como el de París. Quiere decir que varios individuos podrían golpear en Bruselas al mismo tiempo y en distintos lugares”, ha advertido Michel sin precisar posibles objetivos más allá de centros comerciales y grandes almacenes, calles comerciales así como el transporte público.

Un comando de 10 terroristas

El dirigente tampoco ha dado nuevos detalles sobre la operación de búsqueda y captura de Salah Abdeslam, que podría seguir pertrechado con el cinturón o chaleco bomba que llevaba supuestamente cuando huyó de París el pasado viernes. Según diversos medios de comunicación belgas, las autoridades estarían buscando a varios individuos, aunque la cadena gala France info y el experto antiterrorista Claude Moniquet apuntaría a un comando terrorista de entre ocho y diez personas, con armas y explosivos, dispuestos a emular la masacre de hace nueve días.

“Se trata de varios sospechosos y por eso hemos desplegado tantos medios. Seguimos la situación minuto a minuto. No tiene sentido esconder nada. Hay una amenaza real pero vamos a hacer todo lo posible, noche y día, para hacer frente a la situación”, explicaba el ministro de interior, Jan Jambon. Según la prensa belga, varias operaciones policiales se desarrollaban este domingo por la noche en las cercanías a la Grand Place y otros puntos no concretados. La policía ha pedido a la población que no tuitee informaciones sobre los movimientos policiales. 

Capital vacía

El anuncio de que la alerta se mantiene era el  colofón a un fin de semana poco habitual en Bruselas, una capital especialmente vacía como consecuencia del cierre de sus principales atracciones, que han alterado toda la actividad. Sin metro, con las líneas de tranvía afectadas, los habitantes han optado por reducir sus desplazamientos y quedarse en casa. Las puertas de los museos y principales atracciones del país, como el Atomium, han estado cerradas. Los espectáculos y teatros anularon sus representaciones, lo mismo que diversas federaciones los encuentros deportivos.

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 Además, dos de los mercados de frutas y verduras más concurridos los domingos como son el de Midi o el de Anderlecht tampoco han desplegado sus puestos y hasta un mercado tan visitado por turistas y belgas como es el tradicional mercado de las pulgas, en el barrio del Sablon, no se ha celebrado. “La vida debe continuar y mi deseo, como el de todos los bruselenses, es que podamos revivir”, ha pedido Rudy Vervoort, presidente de la región de Bruselas. “Somos conscientes de que la situación es difícil para todos”, pero “haremos todo lo posible para recuperar la normalidad lo más rápidamente posible”, prometía Charles Michel.