REACCIÓN EN LA UE

Bruselas desconoce el impacto del veto de Trump para los ciudadanos europeos

Protesta contra la orden ejecutiva de Trump de vetar a refugiados e inmigrantes de siete países musulmanes, en Bruselas, este lunes.

Protesta contra la orden ejecutiva de Trump de vetar a refugiados e inmigrantes de siete países musulmanes, en Bruselas, este lunes. / periodico

SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

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La orden ejecutiva del presidente de Estados UnidosDonald Trump, de vetar la entrada en territorio estadounidense a refugiados e inmigrantes procedentes de siete países de mayoría musulmana no ha pasado desapercibida en Bruselas, pero la Comisión Europea sigue sigue tres días después intentando aclarar las posibles consecuencias de este último desafío del millonario norteamericano. “Por ahora la situación no está clara. Estamos en proceso de establecer las consecuencias”, ha indicado el portavoz del presidente Jean-Claude Juncker, sin poder explicar el impacto que puede tener la decisión en los ciudadanos europeos con doble nacionalidad

Los servicios juridicos del Ejecutivo comunitario examinan, según han explicado, “los mensajes contradictorios” recibidos durante las últimas horas y la delegación de la Comisión Europea en Washington ya ha establecido contacto con las autoridades responsables en Estados Unidos a fin de evaluar las consecuencias de la controvertida medida para los ciudadanos europeos que puedan tener doble nacionalidad, europea y de alguno de los siete países afectados (SiriaLibiaIrakIránSudánSomalia y Yemen).

“Garantizaremos que no haya discriminación a nuestros nacionales”, ha añadido el portavoz Margaritis Schinas poniendo distancia entre la medida de la administración Trump y el cierre de fronteras decretado por la UE que mantiene a miles de refugiados sin poder salir de las islas griegas del Egeo. Aunque el portavoz de Juncker ha eludido entrar a valorar la falta de solidaridad de la nueva administración norteamericana con los refugiados sí ha subrayado que la Unión Europa no discrimina a los ciudadanos ni en base a la nacionalidad, raza o religión, ni en política de asilo ni en cualquier otra política.

"NO ES LA FORMA EUROPEA"

La alta representante para la política exterior de la UE, Federica Mogherini, no llegaba a censurar la decisión pero sí ha aprovechado una comparecencia este lunes para marcar distancias con Washington. “Esta no es la forma europea y den por seguro que la Unión Europea seguirá ayudando y acogiendo a refugiados sirios y a otros que huyan de la guerra”, ha indicado acompañada del ministro de exteriores noruego, Borge Brende. “La Unión Europea cree firmemente en un sistema basado en reglas internacionales, respeto pleno de todos los ciudadanos independientemente de su origen, raza, nacionalidad, religión o género y así seguirá siendo”, ha añadido explicando que la UE seguirá trabajando con todos los países de la región independientemente de la religión de su población. “Si te rodeas de muros puedes terminar viviendo en una prisión”, alerta.

Aunque varios países como AlemaniaFrancia o Bélgica han reaccionado a esta última polémica con tono crítico, las instituciones europeas han respondido con máxima cautela prueba del poco apetito que tienen en Bruselas de abrir un enfrentamiento directo con el nuevo ejecutivo estadounidense. Y de hecho “no hay planes” de retirar la invitación cursada a Donald Trump para que acuda a Bruselas lo antes posible. Donde este debate ya está lanzado es en Reino Unido. Más de 1,1 millones de ciudadanos han firmado ya una petición en este sentido, para que el Gobierno de Theresa May impida la entrada en el país al presidente de EEUU, y el Parlamento está obligado a estudiar la demanda al haber superado las 100.000 firmas.

Los líderes de la UE se reúnen este viernes en La Valeta (Malta) en una cumbre informal con dos grandes asuntos sobre la mesa: la política migratoria y los refugiados y el futuro de la UE. El portavoz de Juncker no ha confirmado si las relaciones con EEUU se colarán en la agenda, pero es cada vez más evidente que los dirigentes europeos no podrán evitar hablar de las grandes cuestiones de actualidad. “El contexto se presta para una discusión global de los diferentes enfoques”, admiten en Bruselas.