Bruselas adelgaza el paquete legislativo para ser más eficaz

Que un equipo nuevo cambie el trabajo realizado por el antecesor para demostrar aires de cambio es una práctica tan antigua como común. La nueva Comisión Europea, liderada por el luxemburgués Jean-Claude Juncker, no se ha abstraído de esta práctica y, tras revisar más de 450 propuestas legislativas pendientes de aprobación heredadas de la Comisión Barroso, ha decidido retirar o cambiar un total de 80 al considerarlas estancadas u obsoletas.

El programa de trabajo de la Comisión Juncker para el año 2015 constará de 23 nuevas iniciativas orientadas a alcanzar sus prioridades -plan de inversión, unión energética y monetaria, mercado digital, lucha contra la evasión fiscal e inmigración-. La voluntad es «limpiar el escritorio» --en palabras del primer vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans--, para dejar sobre él solo lo prioritario.

Y la Comisión da por hecho que la prioridad de los ciudadanos pasa por medidas que generen empleo y crecimiento. El plan de trabajo de la Comisión Europea para el 2015 fue presentado ayer por el presidente Juncker y el vicepresidente Timmermans en el pleno del Parlamento Europeo que se celebra esta semana en la sede de Estrasburgo.

CALIDAD DEL AIRE

Pero la retirada o la revisión de alguna de estas propuestas ha levantado ampollas. En especial, las referentes a calidad del aire y reciclaje de residuos. Algunas han sido retiradas completamente y otras replanteadas. La plataforma de organizaciones ecologistas, de la que forman parte varias de la talla de Greenpeace, lamentaron la decisión de la Comisión Europea de retirar su propuesta legislativa para fomentar el reciclaje.

Para el partido ecologista Equo, «el plan de trabajo es claramente un paso atrás que nos aleja un poco más de una Europa ecológica, eficiente y creadora de empleo de futuro». «Pretenden retirar la propuesta sobre reciclaje -según el comunicado de la formación ecologista- que permitía convertir los residuos en materias primas y reciclar los productos usados». «Además -añade- deja en la incertidumbre más absoluta la revisión de la directiva de la calidad del aire a pesar de que permitiría evitar casi 60.000 muertes prematuras al año».

BAJA POR MATERNIDAD

Otra de las decisiones que más polémica levantó hace referencia a la directiva que debe regular la baja por maternidad. Estancada desde hace varios años por falta de acuerdo entre los Estados miembros de la UE, el nuevo Ejecutivo comunitario ha dado un plazo de seis meses para conseguir un avance con la amenaza de la retirada. Desde hace años, el desacuerdo estriba entre las 18 semanas de baja por maternidad planteadas por la Comisión Europea y las 20 semanas propuestas por el Parlamento Europeo.

Siempre que se inicia un nuevo mandato político, la nueva autoridad, en este caso la Comisión Europea, examina las propuestas presentadas a los legisladores por su predecesora que todavía están pendientes de aprobación. Entonces, tal y como ha llevado a cabo el equipo de Juncker, le compete valorar si procede o no continuar trabajando en los distintos ámbitos. Tras diez años de Comisión Barroso, la limpieza ha sido significativa.