La Bolsa recibe con una brusca caída los planes de Tsipras

El nuevo ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, a su llegada ayer a la reunión del Gobierno.

El nuevo ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, a su llegada ayer a la reunión del Gobierno.

MONTSERRAT RADIGALES / ATENAS

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No puede afirmarse que hubiera ninguna novedad. Todo lo que se dijo ayer en Atenas formaba parte del programa electoral de Syriza o había sido repetido hasta la saciedad durante la campaña electoral. Pero las primeras tomas de posición del Gobierno de Alexis Tsipras, que ayer se reunió por primera vez y anunció sus intenciones, incrementaron el nerviosismo en Europa e hicieron tambalear los mercados. La bolsa de Atenas sufrió una caída del 9,24% y la prima de riesgo para Grecia se disparó hasta los 1.026 puntos básicos.

El Gobierno no tomó aún ninguna decisión, ya que esperará a recibir el voto de confianza del Parlamento el próximo 9 de febrero, después de la constitución de la Cámara el día 5. Sin embargo, Tsipras anunció -más bien ratificó- las prioridades del Gobierno que calificó, una vez más, «de salvación social». Algunos ministros fueron incluso más concretos.

El Eurogrupo

El problema de la deuda y la liquidación de las políticas de austeridad encabezarán la acción del nuevo Ejecutivo griego. «Nuestra prioridad será la negociación con nuestros socios [europeos] para lograr una solución justaviable y mutuamente beneficiosa de forma que el país salga del círculo vicioso de la deuda excesiva y la recesión», afirmó Tsipras, casi utilizando las mismas palabras que había hecho servir en el dicurso del domingo por la noche celebrando su triunfo electoral. El primer ministro añadió que esperaba una reunión «productiva» con presidente del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que visitará Atenas el viernes.

«Vamos a cambiar radicalmente la forma en que se llevan a cabo la política y la administración en este país», subrayó Tsipras, prometiendo de nuevo acabar «con el clientelismo y la corrupción». Pero el primer ministro aseguró también ante los ministros que el Gobierno no buscaría «una confrontación mutuamente destructiva» con los acreedores. También el nuevo ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, declaró que «no habrá un duelo entre Grecia y Europa» y pidió un New Deal paneuropeo para ayudar a la recuperación de Europa y poner fin a las medidas de austeridad.

Tsipras prometió la adoptación rápida, a través de la vía legislativa en el Parlamento, de medidas para responder a la «crisis humanitaria» como proporcionar electricidad gratuita a 300.000 hogares.

El Puerto

Algunos de los nuevos ministros desgranaron también sus prioridades y no por sabido el anuncio de la paralización inmediata de las privatizaciones en marcha causó menos impacto. Las más inmediatas afectarán al puerto ateniense de El Pireo -el mayor de Grecia, que debía pasar a manos privadas en un 67%- y la principal compañía eléctrica.

Otra medida rápida será la restauración del salario mínimo al nivel previo a los recortes, 751 euros brutos en vez de los 586 actuales. El viceministro de Sanidad, Andreas Xanthos, anunció que la sanidad pública será de acceso universal. El Gobierno ha prometido además revocar los despidos de los funcionarios y la reapertura de la televisión pública ERT, cerrada en el 2013.

La única decisión inmediata que ayer tomó Tsipras tuvo un carácter altamente simbólico. Hizo retirar las vallas de protección frente al Parlamento, en la plaza Syntagma de Atenas, colocadas al inicio de las protestas sociales en el año 2011.