ELECCIONES GENERALES

El resultado electoral en el Senado aboca a Italia a la ingobernabilidad

El centroizquierda de Bersani gana por la mínima en el Congreso pero Berlusconi remonta en la Cámara alta y amenaza con el bloqueo político

Bersani y su mujer, Daniela, se acercan para votar en su colegio electoral de Piacenza, este domingo.

Bersani y su mujer, Daniela, se acercan para votar en su colegio electoral de Piacenza, este domingo. / periodico

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Italia se encamina a la ingobernabilidad tras las elecciones generales, en las que se ha impuesto en el Congreso de los Diputados por un estrecho margen en número de votos el Partido Democrático que lidera el excomunista Pierluigi Bersani, y de las que sale un Senado sin una mayoría clara, con la remontada electoral lograda por la coalición de centroderecha del exprimer ministro Silvio Berlusconi, que podría bloquear la formación de un Gobierno de centroizquierda.

En un recuento de votos muy ajustado, que propició que, incluso, el partido de Berlusconi pidiera que no se declare oficialmente un ganador por el momento, el peculiar sistema electoral ha vuelto a ser protagonista, propiciando que 'Il Cavaliere' haya conseguido casi la paridad en escaños en el Senado, dificultando la gobernabilidad del país.

En el Congreso, el centroizquierda se posiciona como la primera fuerza del hemiciclo. Bersani obtiene el 29,54% de votos y 345 escaños (mayoría absoluta por el bonus de diputados al ser primera fuerza), frente al 29,18% y 125 escaños de Berlusconi. El Movimiento 5 Estrellas de antipolítica del cómico Beppe Grillo se convierte en la tercera fuerza de la Cámara baja con un 25,55% de votos y 109 escaños. Mario Monti, quien como senador vitalicio no era candidato a ningún escaño parlamentario en estas elecciones, obtuvo el 10,56% de los votos y 47 escaños.

Bloqueo en el Senado

Las cosas no son tan claras en el Senado. El resultado en la Cámara alta resulta clave en estas elecciones, pues una victoria de la derecha podría bloquear la formación de un nuevo Gobierno progresista, ya que para que el primer ministro sea investido debe recibir también la aprobación de la Cámara alta. Aquí, con la totalidad del voto escrutado, el centroizquierda de Bersani se ha adjudicado la victoria en número y porcentaje de votos, con el 31,63 % de los sufragios y 117 escaños. Berlusconi obtiene el 30,72% de votos y 116 escaños. Por su parte, Grillo obtiene el 23,79% de votos y 54 escaños mientras que Monti logra el 9,13% de sufragios y 19 escaños.

El peculiar sistema electoral italiano da el premio de mayoría en el Senado a la coalición vencedora en un reparto región por región, con territorios como el de Lombardía (norte), que aporta casi una cincuentena de senadores y habitual caladero de votos del centroderecha.

La coalición de Berlusconi se lleva el premio de mayoría de Lombardía, con un 37,62% de los votos, frente al 29,73% del centroizquierda de Bersani. Con una mayoría absoluta cifrada en 158 senadores, Bersani necesitaría buscar aliados y no le sería suficiente ni siquiera con los senadores de Monti, lo que puede traducirse en un bloqueo en este hemiciclo, donde parece poco probable que la antipolítica defendida por Grillo esté dispuesta a pactar con los partidos tradicionales.

Reforma y nuevas elecciones

Ante esta situación de ingobernabilidad, uno de los escenarios que más temían los socios europeos de Italia, la tercera economía de la zona euro, hay voces de distintos frentes políticos que apuntan ya a la posibilidad de formar un Gobierno de unidad nacional para reformar el sistema electoral y volver después a las urnas.

Con una participación del 75,17%, inferior en 5,33 puntos a la de los comicios del 2008, las primeras generales celebradas en invierno en la República de Italia ven la irrupción con fuerza de la antipolítica del cómico Beppe Grillo en el Parlamento, que se sitúa, incluso, como el primer partido en solitario en la Cámara Baja, y arrojan un balance que da la espalda al tecnócrata Mario Monti. El excomisario europeo de la Competencia, tras trece meses de medidas de austeridad aplaudidas por Bruselas, no pasa del cuarto puesto tanto en Senado como en la Cámara Baja y queda por debajo de las expectativas.