Incertidumbre política en Italia

Berlusconi gana tiempo

Silvio Berlusconi, el pasado lunes en una televisión.

Silvio Berlusconi, el pasado lunes en una televisión.

ROSSEND DOMÈNECH
ROMA

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Silvio Berlusconi ha decidido que se retrasen las elecciones generales, previstas para mitad o final de febrero. Para ello, ha dado órdenes a los diputados y senadores del partido conservador Pueblo de la Libertad (PDL) para que examinen «detalladamente» y con todo el tiempo necesario todas las enmiendas a los presupuestos para el 2013, último acto antes de la disolución de las cámaras, por lo que no podrán ser aprobados hoy, como estaba previsto. Sin las cuentas del Estado no se pueden disolver las cámaras y convocar los comicios, que deben tener lugar entre 45 y 70 días después. «Indecente y no comentable», ha dicho Pierluigi Bersani, líder de los progresistas.

Monti ya había programado dimitir formalmente el viernes y celebrar acto seguido una rueda de prensa para explicar si participará en los comicios, pero ayer anunció que retrasa el anuncio para más adelante. El jefe del Estado, Giorgio Napolitano, que en mayo termina su mandato y no aspira a repetir, está confeccionando a todo correr una nueva agenda de la crisis con el fin de evitar lo que ha llamado «un embotellamiento institucional» en los primeros meses del año, ya que la Constitución establece que un presidente de la República dimisionario no puede disolver las cámaras.

LLAMAMIENTO DE NAPOLITANO/La maniobra de Berlusconi ha sido tan impactante que el presidente Napolitano pidió ayer a los partidos políticos que eviten «prolongar la condición de incertidumbre que vive el país», ante el retraso en la aprobación de la ley de presupuestos.

Las razones que tiene Berlusconi para retrasar las elecciones son varias, según los analistas del país, pero todas tienen el denominador común de que «necesita tiempo». Los sondeos atribuyen al PDL entre un 10% y un 15% de los votos (frente a un 38% de los progresistas). Berlusconi ha dicho que necesita tiempo para «hablar al país» para que «no caiga en manos de la izquierda». Además, en cuanto se disuelvan las cámaras entrará en vigor automáticamente la ley que regula la intervención de los políticos en las televisiones, con lo que no podrá hacer lo que viene haciendo desde hace una semana: hablar sin cesar en todos los canales de televisión y radio. «¿Por qué tanta prisa? No hay que forzar la situación», ha dicho.

Por otra parte, la seguridad de que Monti respaldará a varias formaciones políticas, que han manifestado la convicción de que hay que seguir por el camino de las reformas emprendido hace un año, ha provocado un revuelo en el Pueblo de la Libertad. Una parte del mismo -la extrema derecha- ya ha anunciado que formará otro partido y otra parte también ha anunciado que se irá con las listas «pro Monti».

LA LIGA NORTE/ Los sondeos acreditan a una federación de listas montinianas, que estarían integradas por los actuales partidos moderados en la oposición, con hasta un 25% de la intención de voto. Berlusconi, pues, necesita también tiempo para un desesperado intento de mantener unido a su partido y para recuperar la difunta alianza con la Liga del Norte, cuyo nuevo secretario, Roberto Maroni, ya ha dicho que la condición previa es que «Berlusconi no sea candidato.

O sea, que lo tiene difícil.