Berlín inaugura monumento que recuerda a las víctimas de la eutanasia nazi

El programa 'Aktion T4' se aplicó entre 1940 y 1941 y supuso el asesinato organizado de más de 70.000 discapacitados y enfermos crónicos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Berlín ha inaugurado este martes el monumento que recordará en Alemania a las víctimas de la eutanasia practicada por el régimen nazi, que ejecutó entre 1940 y 1941 a decenas de miles de discapacitados físicos y psíquicos y enfermos crónicos.

En el lugar en el que se levantaban las oficinas encargadas de aplicar el programa "Aktion T4", junto al actual edificio de la Filarmónica de Berlín, se erige desde hoy una pared de cristal de 24 metros que honra a las víctimas. Recordará a todos los asesinados, procedentes de hospitales, psiquiátricos y residencias de ancianos, y mostrará el rechazo del país a un programa que, como ha manifestado la secretaria de Estado de Cultura, Monika Grütters, distinguía de forma inhumana entre quienes merecían vivir y quienes no.

"Toda vida humana es digna de ser vivida; éste es el mensaje que emana de este lugar", ha subrayado Grütters, quien considera que lo ocurrido en los años cuarenta debe ser una advertencia en el actual debate sobre los enfermos terminales y la eutanasia. "Confrontarse con los crímenes del nacionalsocialismo, honrar a sus víctimas y mantener vivo el recuerdo para las generaciones futuras es y siempre será una obligación moral de Alemania", ha subrayado la secretaria de Estado, acompañada en la inauguración por el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit.

El programa "Aktion T4" se aplicó entre 1940 y 1941 y supuso el asesinato organizado de más de 70.000 discapacitados y enfermos crónicos, aquellos que, según el régimen nazi, tenían una vida que "no era digna de ser vivida". Por ese motivo se recurrió al término de "eutanasia", ya que, mantenía los médicos y oficiales que gestionaban el proyecto, se concedía a los enfermos el "alivio de la muerte" con sedantes, narcóticos y medicamentos, o suprimiendo el tratamiento que recibían. Oficialmente el programa concluyó en 1941, aunque las muertes programadas continuaron en los hospitales; diversos estudios estiman que entre 200.000 y 300.000 personas fueron ejecutadas bajo esas premisas, muchas en los territorios ocupados en Europa del Este. El memorial, cuya construcción acordó el Bundestag (cámara baja alemana) en 2011, ha sido diseñado por los arquitectos Ursula Wilms y Heinz W. Hallmann y el artista Nikolaus Koliusis.