Baile de 'drones' sobre París

El quebradero de cabeza de los servicios franceses de seguridad no ha terminado. Después de la misteriosa serie de vuelos sobre 17 de las 19 centrales nucleares francesas el pasado mes de octubre, los 'drones' han vuelto a hacer su aparición, esta vez en el cielo de París. En la noche del lunes al martes se avistaron cinco aparatos sobrevolando lugares emblemáticos de la capital francesa de manera simultánea.

El primero sobre la Embajada de Estados Unidos, situada en las inmediaciones de la plaza de la Concordia y a escasos metros del Palacio del Elíseo. Era medianoche. Luego, entre las tres y las cinco de la madrugada, las aeronaves hicieron una visita a la primera planta de la Torre Eiffel, se pasearon por el palacio de Justicia y recorrieron la torre de Montparnasse y el barrio de la Bastilla.

El mismo ritual se repitió en la noche del martes al miércoles. Cinco 'drones' sincronizados que, al recorrido de la víspera, añadieron las estaciones del Este, de Lyon y de Austerlitz, la Asamblea Nacional y el Senado. Las autoridades francesas han reaccionado con discreción. Sin embargo, nadie oculta cierta inquietud a pesar de que la hipótesis terrorista parece descartada en una ciudad sometida aún a férrea vigilancia en el marco del llamado plan Vigipirate desplegado tras los atentados de enero.

VUELOS PROHIBIDOS

Ayer por la tarde, tres periodistas de la cadena de televisón catarí Al Jazira fueron detenidos por hacer volar un 'drone' sobre un parque parisino, sin que de momento pudiera establecerse ninguna relación ente este episodio y los sobrevuelos nocturnos. La Fiscalía de París ha abierto una investigación por un posible delito de "vuelo de aeronave en zona prohibida" y los primeros indicios apuntan hacia aparatos de entre 50 y 80 centímetros volando a una altura de entre 100 y 300 metros.

"Lo más preocupante es que sean capaces de sobrevolar París sin ser interceptados", admiten fuentes policiales. En Le Figaro, el experto en seguridad aérea Christophe Naudin excluía que el espionaje estuviera tras los enigmáticos 'drones'. Se inclinaba, más bien, por una organización que pretende poner a prueba a los servicios de información.

También se dijo convencido de que el mando de los aparatos que sobrevolaron París y las centrales nucleares hace cuatro meses tiene un mismo origen. De momento se mantiene la incógnita sobre las intenciones de los pilotos. La única certeza es que el fenómeno de los drones va en aumento, porque su comercialización es legal, la oferta es cada vez mayor y su uso, se dispara. Los más baratos se pueden comprar por 50 euros.