Bachelet pierde fuelle ante el freno económico que sufre Chile

La presidenta de Chile. Michelle Bachelet, no pasa por su mejor momento. Después de asumir hace seis meses y por segunda vez la jefatura del Estado, con un apoyo abrumador de la sociedad chilena y en medio de grandes expectativas de cambio, su popularidad está cayendo

«Estoy siempre evaluando si estamos avanzando y cumpliendo. He sido presidenta, sé lo que tengo que hacer y lo hago permanentemente», ha dicho Bachelet que no descarta cambios ministeriales si se confirma que hay «áreas» en las que el Gobierno no está cumpliendo «con la velocidad, con la urgencia, con la eficiencia que debería».

Para Chile los sondeos son sagrados, como una suerte de radiografía del alma social. Y la reciente encuesta de la empresa Adimark ha dado resultados inesperados: la imagen de la presidenta se ha reducido hasta cinco puntos y se sitúa hoy en el 49%, el nivel de apoyo más bajo desde que asumió el cargo. El porcentaje de rechazo a su gestión ha subido cinco puntos, hasta el 41%.

La derecha, que está en la oposición, se frota las manos de entusiasmo y cree que podrá recuperar el terreno político perdido después de la gestión del antecesor, el expresidente Sebastián Piñera (2010-2014).

CAMBIO QUE CAUSA TEMOR / Bachelet atribuye el descenso de la popularidad a que «todo cambio genera temor» y a un «estado anímico que tiene que ver con este período de desaceleración económica». El Banco Central ha modificado las proyecciones. En el mejor de los casos, el crecimiento será de 2,5%. El paro, en tanto, ha subido al 6,7%, un punto más que en 2013.

Los empresarios, que no ven con los mejores ojos los proyectos de reforma tributaria ni una política social sobre la base de la expansión del gasto público, han advertido de un posible aumento del desempleo.

«Menosprecian la desaceleración mundial, y algunos aseguran que Bachelet nos llevará a la recesión. Para darle un toque dramático, agregan que de aquí a fin de año habrá cerca de 200.000 nuevos parados», señaló el semanario The Clinic

La Michele, como la llaman en Chile, inició el 11 de marzo su segundo período con una coalición, llamada Nueva Mayoría, a la que, además de los históricos socialdemócratas y demócrata cristianos, se sumaron los comunistas. Bachelet no solo es presionada por derecha. La izquierda, en particular la arraigada en el movimiento estudiantil, le pide una reforma educativa de una profundidad que el Gobierno no tiene intenciones de llevar a cabo.

El movimiento obrero también empieza a expresar su desazón por la falta de respuestas, después de haber apostado por su candidatura. La sociedad civil que esperaba una reforma constitucional que enterrase el legado pinochetista, acaba de enterarse de que eso no ocurrirá, a pesar de las promesas electorales.

Las discusiones dentro de Nueva Mayoría empiezan a reflejar estos malestares. El expresidente Ricardo Lagos hizo valer el peso de su autoridad para advertir sobre la falta de políticas públicas eficaces.