Bachelet se compromete a reconstruir Valparaíso tras el devastador incendio
Los muertos ascienden a 13 y las viviendas destruídas a 2.200, con casi 10.000 damnificados
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, se ha comprometido este lunes a reconstruir "con todos los recursos que sean necesarios" la ciudad de Valparaíso, que este fin de semana ha vivido el peor incendio de su historia, con 13 muertos, 2.200 viviendas destruidas y cerca de 10.000 damnificados. "Quiero expresar toda mi solidaridad y la del Gobierno con las persona y las familias que están siendo afectadas por el enorme incendio en Valparaíso", señaló la mandataria, quien este lunes sostuvo una reunión en el palacio de la Moneda con sus ministros para abordar los efectos del siniestro.
Bachelet, que este domingo encabezó un comité de emergencia en Valparaíso y recorrió los albergues y zonas afectadas, aseguró que se está "llevando adelante un esfuerzo enorme por controlar este incendio y tener la ayuda necesaria en la región". "Pero también por encontrar en otras regiones y fuera de Chile el apoyo en aviones que nos permitan controlar un incendio y un fuego de dimensiones nunca vistas", agregó.
El incendio se desató el sábado en un sector forestal del camino La Pólvora, cercano a la ciudad de Valparaíso, a unos 120 kilómetros de la capital, pero se expandió rápidamente hacia zonas pobladas de varios cerros vecinos. El lunes, unos 1.300 bomberos, brigadas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), con apoyo de una veintena de helicópteros y aviones cisterna continuaban combatiendo el fuego, que rebrotó en los sectores de Pajonal y Cerro Ramaditas, donde destruyó unas 250 viviendas más. Sin embargo, la Conaf anticipó que la tarea de aplacar definitivamente el incendio podría tardar más de 20 días.
La ubicación geográfica de Valparaíso, una ciudad portuaria que mira al océano Pacífico en una bahía rodeada por 42 cerros, ha dificultado las labores para combatir y controlar el incendio. A ello se han sumado fuertes vientos y temperaturas elevadas, algo poco habitual en el otoño austral. La mayor parte de las viviendas destruidas por el incendio eran muy viejas, de material frágil y edificadas sobre los cerros a los que se accede con mucha dificultad por estrechas calles, mayoritariamente de tierra. Y es que del esplendor que hizo famoso al puerto chileno en el siglo XIX, de la mano del auge de la minería en el país y como antesala obligada para el tráfico marítimo entre el Atlántico y el Pacífico a través del estrecho de Magallanes, queda muy poco.
La riqueza arquitectónica de la planicie de la ciudad, forjada por urbanistas franceses e ingleses, fue dando paso con el tiempo a una expansión descontrolada de la urbe que cobija hoy una gran pobreza. De hecho, la región de Valparaíso ha registrado durante décadas altísimas tasas de desempleo, con independencia del ritmo de crecimiento general del país. Por ello, la mayoría de las 2.000 familias damnificadas por el fuego tiene escasos recursos y ha perdido en el siniestro los pocos bienes que poseía, lo que agrava aún más la dimensión de la tragedia.
Ayuda urgente
El ministro portavoz, Álvaro Elizalde, anunció hoy que el Gobierno destinará de forma inmediata 500 millones de pesos (un millón de dólares aproximadamente), "para paliar las primeras necesidades de la emergencia". "Es para la emergencia y el retiro de los escombros. No es la única ayuda que se va a dar. Es la primera", aclaró Elizalde, quien detalló que actualmente hay 1.200 personas alojadas en la decena de albergues habilitados en escuelas y centros públicos.
Bachelet, en tanto, hizo un llamado a los habitantes de la ciudad, poblada por unas 250.000 personas, a mantener la calma. La mandataria explicó que se está haciendo todo lo necesario "para comenzar la relocalización, y luego, cuando el control del fuego lo permita, en una segunda fase iniciar la reconstrucción". Las autoridades chilenas han solicitado a las de Argentina el envío de aeronaves que ayuden a combatir los focos de incendio que aún permanecen activos, y así "cubrir las zonas que podrían quedar desprotegidas". "Es desolador, pero el Gobierno no los va a dejar solos", aseguró el ministro Elizalde.
Al tiempo que llegan las primeras ayudas del Gobierno, en Santiago y otras muchas ciudades, autoridades y organizaciones sociales reúnen víveres y artículos de primera necesidad. Miles de voluntarios, especialmente jóvenes, se han volcado con los damnificados organizando y distribuyendo la ayuda humanitaria e incluso ayudándoles a remover los escombros aún humeantes de sus casas.
Esta es la segunda tragedia que golpea Chile en menos de un mes. El pasado 1 de abril, un terremoto de 8,2 grados de magnitud sacudió el extremo norte del país, dejando seis muertos y dañando también miles de viviendas.
El Gobierno de Bachelet, que asumió su segundo mandato el 11 de marzo, se encuentra aún definiendo las labores de reconstrucción para las norteñas regiones de Iquique y Arica (y Parinacota). A ello, deberá sumar ahora los esfuerzos para poner en pie nuevamente la ciudad de Valparaíso, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en el 2003.
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