JUICIO POR UN TIROTEO EN EEUU

"Tendrás tiempo para recordar lo que hiciste"

La congresista Giffords.

La congresista Giffords.

AGENCIAS
TUCSON

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Jared Loughner, el joven que mató a seis personas e hirió a una docena más en un tiroteo en Tucson el 2011, se reencontró ayer con algunas de sus víctimas en el juicio en que fue condenado a cadena perpetua. Entre las damnificadas que afrontaron un cara a cara con el acusado se encontraba la congresista demócrataGabrielle Giffords, que recibió un disparo en la cabeza y tuvo que dejar su escaño en enero pasado para recuperarse de las secuelas.

Fue el marido de Giffords, el astronauta retiradoMark Kelly, quien se dirigió al autor de los disparos en nombre de su esposa, ya que sigue sufriendo problemas en el hemisferio izquierdo del cerebro, que alberga la parte motriz y el habla. "Intentaste crear un mundo oscuro y diabólico pero recuerda esto: no lo conseguiste", dijo Kelly, que recordó la lucha diaria de su esposa para volver a realizar todas las actividades y tareas cotidianas que solía hacer antes de recibir el ataque, añadió el marido de la excongresista. Kelly advirtió a Loughner de que fue capaz de meter una bala en la cabeza de Giffords, pero que no pudo «dejar ninguna marca en su espíritu» a pesar del ataque. «Tendrás tiempo, tendrás décadas y décadas para recordar lo que hiciste», concluyó.

El autor del tiroteo fue condenado ayer a siete cadenas perpetuas, que suponen más de140 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional. La sentencia contra Jared Loughner, según dijo el juez Larry Burns, tiene un «carácter simbólico», ya que pretende reflejar el daño causado a todas las víctimas, de ahí la acumulación de penas.

Evita la pena de muerte

Loughner se había declarado culpable el pasado agosto, por lo que estaba exento de lapena de muerte tras el acuerdo por suconfesión. Antes, se le había diagnosticadoesquizofrenia y fue trasladado a un centro psiquiátrico para recibir tratamiento.

La matanza cometida por Loughner ocurrió en un acto político con votantes convocado por Giffords fuera de un supermercado en Tucson. El asesino se presentó al lugar de los hechos con una pistola semiautomática y tres cartucheras con munición para intentar matar a la entonces congresista. Giffords recibió los primeros auxilios de un joven hispano, Daniel Hernández, que fue considerado un héroe a nivel nacional por salvarle la vida. Los disparos causaron 11 heridos más y cinco muertes, entre ellas la de una niña de nueve años.